A través de la educación física, sostuvo la profesora Yolitzma Bautista, “se puede contribuir a que exista equidad de género, y cuando se da esta equidad se puede decir que hay una educación integral”. Esta fue una de las afirmaciones presentadas en la videoconferencia que abordó la equidad de género en el CCH.
El propósito de este proyecto, explicó la maestra Esther Izquierdo, es que los alumnes indaguen acerca de la relación entre género y la práctica deportiva. Además, puntualizó que en el Colegio se forman estudiantes críticos que puedan construir su identidad sin seguir estereotipos.
También llamó a reconocer la importancia de trabajar por la equidad, “que hombres y mujeres tengan el mismo derecho, las mismas oportunidades de desarrollo y disminuir esta brecha”.
De acuerdo con el INEGI, en México el porcentaje de activos físicamente es mayor en hombres (47%) que en mujeres (37.7%), y el tiempo promedio de práctica físico-deportiva con nivel de suficiencia es de 5.5 horas en hombres y 4.49 en mujeres.
Desarrolla tus capacidades
“Esa idea de que hay un sexo débil es errónea, ya que, tanto mujeres como hombres están constituidos por el mismo número de huesos y de músculos, por lo tanto, ese estereotipo no ayuda a propiciar un cambio”, explicó Izquierdo, quien enfatizó que la pandemia no ha sido fácil para nadie, “pero (hoy los alumnos) tienen un tiempo que quizá no tengan más adelante. Utilicen las herramientas que tienen a su alcance, vean tutoriales y pueden ejercitarse en casa”.
En su intervención, el maestro Óscar Becerril dijo que la desigualdad se da en el deporte en México, porque a los hombres se les ofrece todo el apoyo y no así a las mujeres, que sólo reciben excusas: “tú eres débil, no lo vas a lograr”. Pero indicó que las mujeres han conseguido más medallas olímpicas que los hombres, que han tenido más apoyo económico.
En la charla virtual, algunas alumnas dieron su testimonio como deportistas. Elizabeth Ávila recordó: “Entrenaba box con mis hermanos, éramos otra chica y yo, no nos trataban diferente, siempre nos respetaron”. Y Cruz Rodríguez mencionó: “También practiqué box. Realmente nunca hubo exclusión. Sí competía con niños más grandes, pero no les tenía miedo; siempre me sentí segura”.
