Ixchel y Gabriela Santana Gutiérrez, Daniela de la Cruz Pérez, Karina Jazmín González Álvarez, Kenia Esthefany Sánchez Ramos, Ilse Jocelyn Tovar Reséndez, Mariana Itzel Moreno Sierra, Johan Isaac Espíndola Flores y Fernando Israel Moreno Sierra, integran el Ballet Polinesio Aloha del plantel Azcapotzalco, bajo la coordinación de la profesora Olga Machuca. Este intersemestre suman un logro más al resultar ganadores del primer lugar en el concurso virtual de danza Desde casa… el alma danza, organizado por el Departamento de Difusión Cultural del Colegio.
Alumnos de diferentes semestres, aun algunos ya egresados, han asumido la danza polinesia dentro de sus vidas. Algunos desde pequeños y otros con menos años dedicados a la práctica del hawaiano y tahitiano, coinciden en señalar su gusto por esta danza llena de representaciones, símbolos y alabanzas, así como los beneficios que han obtenido de manera personal, como mejorar su expresión corporal.
En este caso, fue Olga quien los invitó a participar, y sin dudarlo, aceptaron, pues para ellos, subirse a un escenario y mostrar su gran pasión por la danza son experiencias de vida, de las cuales obtienen grandes aprendizajes y satisfacciones, comentó el grupo.
Respecto a la manera en que se desarrolló el concurso, Mariana señaló que les ofreció una nueva experiencia, pues “la pandemia nos ha orillado a encontrar nuevas formas de representación dancística, y de todo debemos aprender y ver la parte que nos hace crecer”.
Respecto de los retos que enfrentaron, Johan habló de la nostalgia que le produjo no poder ensayar las coreografías en grupo; para Mariana, fue el de la edición del video, porque la hacía recordar a todos los del grupo en sus presentaciones. Por su parte, Ilse señaló el reto que fue coordinar el video, sobre todo, durante la canción My Hapa Haole Hula Girl, en donde se utilizan unos bambús en la coreografía”.
Definitivamente, para estos jóvenes bailar coreografías, las cuales están acostumbrados a hacerlo en grupo, no fue lo mismo. “Al participar sola me sentí un poco extraña, pues suelo bailar acompañada de mis compañeras, bajo la dirección de la maestra; sin embargo, obtuvimos cosas positivas, como tener mayor comunicación, unión, solidaridad, y a organizarnos de mejor manera, y como siempre, a disfrutar el baile”, finalizó Mariana.
