El concepto de nuevas masculinidades quiere contribuir a la igualdad de género al cuestionar los roles, redistribuir las actividades tradicionales y, de cierta manera, orientando las expresiones de los hombres hacia la ternura, para que sean capaces de hablar de su vida emocional, de expresarse de forma distinta, consideró el doctor en Psicología Ignacio Lozano Verduzco.
Pero ¿que estas nuevas masculinidades se enfoquen en la ternura y emotividad garantizan un movimiento hacia la igualdad de género?, se preguntó el especialista al participar en el ciclo Escuela para padres, que se llevó a cabo a través de la página de Facebook de la Dirección General de Orientación y Administración Escolar (DGAOE).
La respuesta es no, “a mí no me parece suficiente lavar los trastes y cambiar pañales para ser un nuevo hombre que contribuya realmente a la igualdad de género, cambiarla significa desestabilizar la estructura actual, las condiciones sociales y materiales. Si queremos realmente un cambio fundamental, estructural, tal vez lo que nos toca hacer es renunciar a nuestra masculinidad”, opinó.
Lozano conversó con la comunidad estudiantil universitaria y con padres de familia, a quienes invitó a entablar un diálogo productivo sobre el tema “Los cambios que representan las nuevas masculinidades para las familias en México”, para que lo puedan “aterrizar” en su vida cotidiana y los ayude.
Es un asunto complicado, reconoció, como lo evidencian las estadísticas de violencia de género. Por ejemplo, citó, según el INEGI, entre el 4.9 y 14.1 por ciento de las mujeres han pensado en quitarse la vida por sufrir violencia de pareja, y entre 3.7 y 11 por ciento lo intentaron.
Eso y que haya conceptos como el de nuevas masculinidades -que se usa en contextos de políticas públicas e instituciones gubernamentales- o que aparezcan carteles con hombres lavando trastes y cambiando pañales, habla de que vivimos en una sociedad desigual, donde hombres y mujeres tenemos diferentes oportunidades y somos representados de forma distinta ante la ley.
Le parece que, si con este nuevo concepto se quiere contribuir a la igualdad de género, hay que considerar que éste es un principio jurídico internacional, la ONU lo define como la igualdad de derechos, responsabilidades y oportunidades de los hombres y las mujeres y según datos internacionales, en México hay una brecha de género del 75.4 por ciento, lo que es una gran diferencia en el acceso a los derechos establecidos por ese organismo. El investigador de la Universidad Pedagógica Nacional recordó que no es un concepto nuevo, que el sueco DeBoise lo ubica en el siglo XVII.
“A mí me gusta más el concepto de la feminista Melissa Fernández Chagoya, que habla de masculinidades emergentes, por un lado, por la urgencia que tenemos los seres humanos de encontrar nuevas formas de vivir y emergentes también porque en algunos contextos estas formas sí pueden ser novedosas y emergen como algo distinto”.
