La educación y la salud mental son pilares fundamentales para el desarrollo integral de los jóvenes y las comunidades, expusieron J. Jesús Becerra y Evelyn Galicia Gómez, representantes del Laboratorio Digital de Atención Psicopedagógica (LAB-DAPP), quienes hablaron de la concepción de romper barreras educativas y sociales a través de la atención psicopedagógica.
De acuerdo con Becerra, la idea del LAB-DAPP, proyecto que cuenta con la colaboración de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala y el plantel Azcapotzalco del CCH, surgió como una respuesta a una necesidad palpable dentro del Sistema Universidad Abierta y Educación a Distancia (SUAyED).
“Los estudiantes del Sistema Abierto enfrentaban una desventaja significativa al no contar con espacios para realizar prácticas supervisadas, a diferencia de sus compañeros del sistema escolarizado”, comentó.
En 2017, explicó, el proyecto inició sus operaciones en colaboración con el Centro Varonil de Rehabilitación Psicosocial (Cevarepsi), ubicado en el Reclusorio Preventivo Varonil Sur. En este espacio, dijo, se trabajó con personas privadas de la libertad que enfrentaban enfermedades mentales, implementando programas de rehabilitación con enfoque psicopedagógico.
La pandemia supuso un reto mayúsculo para el LAB-DAPP, que tuvo que rediseñar su modelo operativo. “Nos trasladamos al anexo del Reclusorio Oriente, enfocados en personas preliberadas”, explicó Galicia Gómez.
La expansión del LAB-DAPP hacia el ámbito educativo fue una decisión natural: “muchos de los jóvenes internos nos compartieron que su situación podría haber sido diferente si hubieran continuado sus estudios”, mencionó Galicia.
Este testimonio motivó al equipo a llevar sus programas preventivos y educativos a adolescentes en instituciones como el plantel Azcapotzalco.
Por lo anterior, los especialistas comentaron que con la implementación de estrategias integrales, el LAB-DAPP busca fortalecer la salud mental de los estudiantes, promoviendo su bienestar emocional y habilidades sociales. Los programas incluyen talleres de prevención de riesgos psicosociales, manejo del estrés y sesiones de orientación vocacional.
Por último, indicaron que este laboratorio se ha posicionado como un modelo innovador de atención psicopedagógica que combina educación, tecnología y trabajo interdisciplinario.
