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Acciones frente a la crisis sanitaria

Proteger a su comunidad, el objetivo principal de todos los protocolos universitarios

Acciones frente a la crisis sanitaria
Proteger a su comunidad, el objetivo principal de todos los protocolos universitarios

Para proteger a toda su comunidad, la Universidad Nacional decretó que, a partir del martes 17 de marzo de 2020, comenzaría la suspensión paulatina y ordenada de clases en todas sus escuelas y facultades, con vistas a una suspensión total. Muchos factores intervinieron en esta decisión de gran escala, pues supuso modificar, de un momento a otro, la compleja dinámica cotidiana de la máxima casa de estudios.

Para tomar este camino, la UNAM integró una comisión especial de científicos y médicos, en colaboración con las autoridades sanitarias nacionales. Su misión era recoger y emitir información precisa y confiable sobre el avance y desarrollo de la pandemia de Covid-19.

El confinamiento sanitario era parte del nuevo escenario. El CCH, en concordancia con los protocolos creados por la Rectoría, instrumentó una serie de medidas y esfuerzos para continuar con las actividades en sus cinco planteles, pero en la modalidad a distancia.

 

Esfuerzos cecehacheros

Una de las acciones inmediatas fue la capacitación sobre las distintas posibilidades digitales que garantizaran la continuidad de las clases, como el uso de plataformas Teams, Microsoft Office 365, Google Classroom, Campus virtual de la Coordinación de Universidad Abierta, Innovación Educativa y Educación a Distancia (CUAIEED, acceso a distintos recursos) y Moodle DGTIC (para crear aulas virtuales). Para los alumnos, el Portal Académico, la Red Universitaria de Aprendizaje, las Unidades de Apoyo al Aprendizaje, Comunidades Preuniversitarias (dirigidas al sexto semestre), el Ambiente virtual de idiomas y el uso de la Biblioteca Digital (BiDi UNAM).

Esta modalidad obligaba a afinar el proceso de enseñanza-aprendizaje mientras la crisis sanitaria se agudizaba. En este sentido, se elaboró la “Guía para enfrentar la cuarentena”, donde se hace referencia a elementos como administrar el tiempo, atender la salud física, emocional, y dar tiempo a la convivencia, pues los escenarios escolares se habían trasladado a los hogares.

En cuanto a los recursos para la nueva aula a distancia, destacaron los Objetos de aprendizaje que se alojan en el Portal Académico, además de otros recursos digitales de apoyo a cada asignatura. Este espacio cuenta con más de 200 objetos de aprendizaje, que se caracterizan por su interoperabilidad, accesibilidad, durabilidad y reusabilidad. Otro soporte para los académicos fue la CUAIEED y el Bachillerato a Distancia a través de las asignaturas en línea.

Así, la comunidad del CCH tuvo acceso a los cursos masivos en línea (MOOC, por sus siglas en inglés) y programas especializados, a través de Coursera para la UNAM, lo que permitió acceder a su catálogo de opciones, alrededor de tres mil 800 cursos y 400 especializaciones. La CUAIEED también desarrolló la “Guía práctica para implementar una estrategia de docencia a distancia en situación de emergencia”, e impartió capacitación en el manejo de Teams.

Se ofreció el micrositio de Recursos Digitales de Apoyo al Aprendizaje, de la Secretaría de Servicios de Apoyo al Aprendizaje, que incluyó secciones dirigidas a alumnos, profesores, recursos propuestos por los planteles, biblioteca digital y manuales.

Se capacitó a profesores en el uso de plataformas Teams, Microsoft Office 365, Google Classroom, Campus virtual de la Coordinación de Universidad Abierta, Innovación Educativa y Educación a Distancia (CUAIEED) y Moodle DGTIC (para crear aulas virtuales).

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