Los Clubes de Lectura nacieron bajo el símbolo de la libertad y se expanden en el CCH gracias a la capacidad y virtud de su Modelo Educativo, que se basa en la construcción de un pensamiento crítico, destacó el titular del Fondo de Cultura Económica (FCE), Paco Ignacio Taibo II, al entregar dos colecciones de libros a los responsables de 190 Clubes de Lectura del Colegio.
En el acto, celebrado el 4 de diciembre en el auditorio de la Librería Rosario Castellanos del FCE, Benjamín Barajas Sánchez, director general del CCH, coincidió en la trascendencia que tiene la lectura entre los alumnos de Colegio, “donde desarrollan una importante capacidad lectora que les sirve como herramienta para construir un pensamiento crítico, con lo cual el Fondo gana lectores permanentes”.
En el acto estudiantes responsables de los 190 Clubes de Lectura del Colegio de Ciencias y Humanidades, que suman a más de dos mil integrantes, recibieron los ejemplares que les permitirán continuar con sus actividades de esparcimiento e intelectuales, en un contexto de lectura en libertad.
La primera de ellas es la Colección 21 para el 21, compuesta por títulos como Y Matarazo no llamó…, de Elena Garro; Balún Canán, de Rosario Castellanos; El libro vacío, de Josefina Vicens; Río Subterráneo, de Inés Arredondo; Paseo de la Reforma, de Elena Poniatowska; Tiene la noche un árbol, de Guadalupe Dueñas, y Muerte en el bosque, de Amparo Dávila.
El laberinto de la soledad, de Octavio Paz; Los de Abajo, de Mariano Azuela; La sombra del caudillo, de Martín Luis Guzmán; Canek, de Ermilo Abreu Gómez; Tiempo de ladrones, de Emilio Carballido, y Antología de poesía mexicana del siglo XIX, compilada por Ezra Alcázar y prologada por Edith Negrín, todos ellos necesarios para convertirse en un avezado lector.
La segunda colección está integrada por 15 títulos de diferentes temas, pensados para realizar actividades lectoras y de integración con los miembros de los clubes.
Ante los entusiastas cecehacheros y funcionarios de ambas dependencias, el titular del Colegio hizo un reconocimiento a la labor de capacitación que el Fondo realizó con los adolescentes de la institución.
“Nos sentimos muy contentos por el gran trabajo que se ha hecho con los 190 jóvenes que se han formado para crear sus propios Clubes de Lectura en el CCH, así como por los esfuerzos entre ambas dependencias para promover la lectura entre los jóvenes del bachillerato del Colegio”, añadió.
La lectura es transformadora
En su intervención, Taibo II recordó que la lectura es un transformador social, apoya habilidades para la lectoescritura y fomenta la lectura por competencias, entre otras capacidades de formación integral para las personas.
“Leer es vida porque el conocimiento que da la lectura se integra a las experiencias de vida; crea un escudo de conciencia social, ya que es un factor para construir y abrir caminos de empatía, solidaridad con los semejantes y disfrute por los libros”, agregó.
Luego de llamar a los jóvenes a “no consumir y promover la lectura chatarra”, aprovechó para pedir voluntarios del Colegio para acercar libros y actividades a niños que habitan cien barrios pobres de la Ciudad de México, a fin de despertar en ellos y sus familiares el gusto por la lectura.
Para concluir, anunció que el Fondo prepara un ciclo de visitas a los cinco planteles del Colegio para marzo del 2022.
