El Congreso Nacional de Lectura e Interculturalidad finalizó sus actividades, no sin antes destacar que éstas propiciaron “espacios privilegiados para el diálogo, la escucha y por supuesto para la generosidad”, donde temas como “la migración, el teatro, la radio, la literatura, la poesía, el dibujo, la cartografía, las imágenes, la oralidad, el arte floral, la poesía náhuatl, la literatura gay, los cuentos y demás, fueron “recursos muy importantes para el análisis y para el cruce de las perspectivas entre lo intercultural y generar también pensamientos críticos, propositivos y creativos”.
Así lo expresó la secretaria de Programas Institucionales del CCH, Gema Góngora Jaramillo, al clausurar, en representación del director general del CCH, Benjamín Barajas Sánchez, las distintas actividades, entre éstas, conferencias de especialistas nacionales y extranjeros, tres conversatorios, un taller de poesía en náhuatl, 112 ponencias, mismas que fueron atendidas por los 638 asistentes de 51 instituciones nacionales y seis extranjeras, una labor en donde participó también La Cátedra Extraordinaria Carlos Fuentes, Cultura UNAM y la FES Acatlán.
Y que en conjunto permitió reflexionar “¿para qué leemos?, ¿para qué contamos?, en papel o en digital, desde la oralidad o la lectura impresa, muy probablemente para habilitar un mejor mundo, un mundo -como ya se ha dicho- donde quepan muchos mundos”, afirmó.
Y es que se arribó a un muelle distinto, pero mejor del que se partió, así lo consideró Eleonora Salinas, académica integrante del Comité organizador del Congreso. “Al final del día (…) renovaron mis perspectivas sobre situaciones que a veces olvido para encender con otra luz mi consciencia y dar cuenta de mi existencia en medio de los demás seres”.
Un esfuerzo, que a decir de la maestra Elizabeth Hernández López, del comité organizador, adquiere un nuevo matiz, ya que ahora corresponderá dar continuidad a las iniciativas que surgieron, “se asoman tareas, como articular espacios situados, específicos para continuar con la discusión y el debate, formación de profesores en estos temas, incorporar la interculturalidad crítica como parte de los saberes transversales, confección de materiales educativos con perspectiva intercultural, elaboración de antologías de lectura, un programa de formación de estudiantes mediadores de lectura y la formación de funcionarios y directivos”, concluyó.
