murmullos filosóficos 3

Presentación de murmullos filosóficos 3

Reflexionan acerca de su enseñanza en cinco décadas

Presentación de murmullos filosóficos 3
Reflexionan acerca de su enseñanza en cinco décadas

“Suele decirse que una Universidad que se precie de serlo, debe ofrecer la carrera de Filosofía y de manera análoga podemos decir que el Colegio no sería lo que es sin la enseñanza de la filosofía a lo largo de estos 50 años, para que, entre otras cosas, los alumnos aprendan a ser”, afirmó el director general del Colegio de Ciencias y Humanidades, Benjamín Barajas, durante la presentación del número tres, de la nueva época de la revista Murmullos Filosóficos, que dedica sus páginas a reflexionar sobre la “Filosofía y su enseñanza: 50 años del CCH”. 

“Es importante que los alumnos adquieran valores que son fundamentales para su vida, a lo largo de estos primeros 50 años, quizá los jóvenes y los entornos sociales en que se mueven han cambiado, pero las necesidades básicas de ser con los otros, mediante la palabra y el diálogo, siguen presentes, por eso celebramos la existencia de una revista de filosofía para el Colegio y del Colegio para la Educación Media Superior y también para los alumnos. Festejamos este número que es de colección y de aniversario y felicitamos a todos lo que participaron, gracias por este regalo que le dan al CCH”.

También, felicitó al director de la revista, Jorge Gardea Pichardo, al comité editorial y a los colaboradores de este número, y se congratuló del diseño, “podemos decir en broma que rompe con los estereotipos que suponen a las revistas de filosofía como serias y muy solemnes, sin duda será una experiencia agradable, para los lectores jóvenes y para quienes no lo somos, acercarse a sus páginas para disfrutar la frescura de sus imágenes y la calidez de sus artículos”.

Al respecto, Jorge Gardea Pichardo, destacó que, en la elaboración del presente número, se privilegió el trabajo colegiado entre el comité editorial, autores y dictaminadores, “las buenas prácticas del trabajo colegiado arrojan calidad a una revista. Cada número nos sorprende más el trabajo de Héctor Baca y su equipo nos ha sorprendido y nos ha gustado”.

Este número, explicó, se ocupa de la enseñanza de la filosofía y ha sido especial porque se tuvo la fortuna de contar con la participación de profesores fundadores del Colegio y de generaciones intermedias formadas en la MADEMS.

“Podemos considerar que es un compendio de cómo es la enseñanza de la Filosofía en el CCH, del interés de los profesores porque dicha disciplina tenga un significado, una aportación para que los adolescentes vivan mejor, y el enorme reto que representa para los profesores vivir en estos tiempos donde diversos paradigmas están cayendo”.

Algunos de ellos, enumeró, tienen que ver con la globalización, la utopía-ficción del neoliberalismo, la violencia, el individualismo exacerbado, la legitimidad del patriarcado, la persistencia del racismo, la desatención e indiferencia por los problemas del medio ambiente, la consideración moral por los animales no humanos, “temas de la reflexión filosófica que requieren de nuevos paradigmas y teorías. En este tiempo que estamos viviendo, en esta crisis de paradigmas, tenemos que hacer una recomposición de la enseñanza de la Filosofía y de su aprendizaje, de recurrir a estrategias, actividades, o lecturas que nos permitan comenzar a entender estos grandes retos del siglo XXI”.

Finalmente, el académico subrayó que en esta edición se publica la última entrega de los testimonios del profesor Jorge Villamil Rivas sobre el 68. “Creemos que los alumnos de Filosofía e Historia deben conocer un vivo retrato, que no siempre está documentado y no siempre el cine acaba por expresar, textos como parte de la reflexión filosófica del Colegio, como una aportación.”

 

En su voz

María Estela García Torres, profesora fundadora del Colegio, y quien participó con el texto “CCH, mi experiencia de 46 años”, sostuvo que hay que ver el conocimiento como algo significativo. Hizo un llamado a volver al Modelo del Colegio, aquel que transforma. “El conocimiento se tiene que meditar, asimilar, procesar y nos lleva a una capacidad creativa (…) si puede integrar imaginación, arte, y podemos llegar al arte de vivir”.

Por su parte, Gema Góngora Jaramillo, autora del texto “La naturaleza problematizadora de la Filosofía y su carácter metacognitivo en el proceso de enseñanza”, explicó que la metacognición es el centro de la actividad filosófica. Es el proceso que genera una conciencia acerca de los propios procesos mentales y los de las demás personas, y a partir de la toma de conciencia de esto, surgen habilidades para la vida como la empatía, asertividad, inteligencia emocional y cognitivas superiores.  

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