Con diversas manifestaciones artísticas que involucraron la danza, la literatura, la música y las artes plásticas se llevó a cabo el Segundo Festival de Día de Muertos “Vida y Muerte en el CCH” que fue transmitido en tres programas por las redes sociales del Departamento de Difusión Cultural del Colegio.
Destacó la entusiasta participación de alumnos de los cinco planteles que dio forma, color y sentido a una de las tradiciones más emblematicas del pueblo mexicano, la del Día de Muertos, que es reconocida internacionalmente por la riqueza cultural que posee y comparte con el resto del mundo.
Fueron dos días de actividades digitales, 1 y 2 de noviembre, en las que las y los jóvenes alumnos interpretaron canciones populares relacionadas con la festividad y dieron rienda suelta al cuerpo, para ejecutar algunos bailes folclóricos y contemporáneos.
Tambien, enseñaron la manera de hacer máscaras en forma de calaveras, compartieron calaveritas literarias y mostraron ofrendas, cargadas de símbolos precoloniales y mestizos.
Las coordinaciones de Literatura, Música, Danza y Teatro del Departamento de Difusión Cultural del CCH organizaron y presentaron los contenidos, que iniciaron con la canción Recuérdame, de la película Coco, del 2017, para poner a tono a los espectadores, que también disfrutaron de temas como La llorona o Mátenme porque me muero, este último en las voces de Keneth Ángeles Tovar y Gabriel Betanzos de la Teja, del Sur.
En Cantos de Vida, Amor y Muerte también intervinieron: Cecilia Montserrat, del plantel Azcapotzalco, que interpretó Canción Mixteca; Miroslava López, del plantel Vallejo, que cantó a capela una pieza de José Alfredo Jiménez y la alumna Aiko Ángeles, del plantel Oriente, quien compuso letra y música.
Los integrantes del Taller de Danza Folklórica del plantel Oriente abrieron el espacio: Danzando hasta la muerte con sones jarochos y danzas prehispánicas.
En esta parte, una Catrina Jarocha dio la bienvenida a los espectadores, a quienes recordó que ésta es una de las tradiciones más importantes del país.
“La danza tradicional es la dualidad de la vida y muerte y está presente en diferentes géneros y regiones a lo largo del país; entre nuestros antepasados ha ocupado un papel fundamental en las contumbres de nuestros pueblos, desde que nacemos hasta que morimos”, explicó la mítica figura.
En la Muestra de Ofrendas, varios alumnos del Colegio abrieron las puertas de sus hogares para compartir los elementos típicos que las conforman: velas, agua, incienso, flores de cempasúchil, retratos y papel picado fueron el centro de sus altares.
Alumnos como Camila Ceferino, de Azcapozalco y Esmeralda Santiago, de Vallejo, leyeron Calaveritas Literarias; María de Jesús López, y de Naucalpan, y Dino Yael, del Sur, hicieron máscaras con diversos materiales. Mención especial tuvo el Maratón de Poesía en Voz Alta “La Muerte”, al que incluso se sumaron paterfamilias.
Destacó la entusiasta participación de docentes y jóvenes que incluso involucraron a algunos paterfamilias que se unieron a las transmisiones.
