Falta de sueño causa obesidad

el ritmo de vida puede acarrear insomnio

Dormir menos de seis horas descontrola al cuerpo, alerta experto

el ritmo de vida puede acarrear insomnio
Dormir menos de seis horas descontrola al cuerpo, alerta experto

La obesidad es una enfermedad crónica que aparece por múltiples causas y que se caracteriza por la excesiva acumulación de grasa en el organismo. Esta acumulación de grasa se traduce en un incremento del volumen y peso del cuerpo, y lo que es más importante, puede poner en peligro la salud y la vida de las personas que la padecen.

El cambio en los estilos de vida, ocasionado por la contingencia sanitaria obligada por el Covid-19, acompañado de una mala alimentación y el sedentarismo han puesto a los mexicanos en el límite de las estadísticas mundiales de obesidad. Sin embargo, éstos no son los únicos factores por los que se acumulan kilos extra: la falta de sueño es otro de ellos.

Según datos oficiales, la prevalencia de la obesidad se triplicó en México. Las demandantes horas de empleo (home office), el estrés y el uso desmedido de las tecnologías aplicadas a la educación no presencial han influido significativamente en el aumento de estas estadísticas oficiales.

“Las personas que duermen poco o tienen mala calidad de sueño tienden a subir de peso”, así lo explica el doctor José Dorazco Valdez, jefe de Neurofisiología Clínica y fundador de la Clínica de Sueño en el Hospital Civil Fray Antonio, en Guadalajara.

Las alteraciones del sueño provocan cambios en las hormonas encargadas de regular el apetito. La hormona grelina es la que genera apetito, mientras que la leptina produce la sensación de satisfacción.

Si dormimos periodos de seis horas o menos, las funciones del cuerpo se descontrolan, provocando que los niveles en la sangre de grelina sean mayores y los de leptina menores. Al tener pocas horas de sueño, el cerebro recibe señales de que el cuerpo se encuentra con “hambre” y aumenta la ingesta de alimentos, incrementando la posibilidad de padecer obesidad.

Otros trastornos del sueño relacionados con la falta de descanso nocturno son el insomnio, la hipersomnia (somnolencia excesiva durante el día), la parálisis del sueño (no poder ni hablar ni moverse al dormir o al despertar), el sonambulismo y la apnea (la respiración se detiene durante el sueño).

Las personas que padecen obesidad tienen tejido graso entre el diafragma y la pared torácica que ejerce presión sobre los pulmones, ello provoca dificultad para respirar e interfiere gravemente con el sueño.

Las personas con insomnio toman a menudo malas decisiones y muchas relacionadas con la comida, ya que no buscan comer alimentos que los nutran; se inclinan por consumir productos con alto contenido en grasas y azúcares para sentir energía rápidamente.

A lo anterior se le suma que el ritmo de vida acelerado provoca que las personas no respeten los horarios; se pierden los hábitos sanos de comer y de descansar, desequilibrando con ello las emociones y convirtiendo a la comida en una respuesta al estrés, a la ansiedad y a los problemas cotidianos, porque la comida funciona como una salida para calmar los nervios.

Para las personas con predisposición genética a la obesidad, dormir bien y hacer ejercicio físico favorecerán su control de peso. Por este motivo es muy importante recomendar la práctica de ejercicio físico sistematizado entre este grupo de personas.

Comentarios y sugerencias: Departamento de Educación Física; plantel Azcapotzalco; turno Vespertino; licenciado Alfredo Valdovinos Martínez: alfredo.valdovinos@cch.unam.mx

Referencias:

https://www.medigraphic.com/pdfs/veracruzana/muv-2018/muv181c.pdf

https://repository.ces.edu.co/bitstream/10946/2790/1/Obesidad%20depresion%20alcoholismo%2C%20estres.pdf 

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