adolescencia

Adolescencia, etapa de oportunidades

Participar forma parte de sus derechos humanos

Adolescencia, etapa de oportunidades
Participar forma parte de sus derechos humanos

La adolescencia es una etapa donde se lleva a cabo una serie de cambios, un periodo donde se consolida la madurez física, emocional y cognitiva. El momento para que los jóvenes formen su identidad, personalidad e intereses, expliquen su propio mundo, y participen en las decisiones que tienen que ver con ellos, es decir, van en busca de una mayor independencia.

Representa una etapa crítica en la vida, pero al mismo tiempo aumenta la capacidad para el pensamiento analítico y reflexivo, de acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, los chicos y chicas adquieren mayor confianza, claridad en su identidad y opiniones propias. Una madurez que los conduce a dar paso a una participación más activa en la configuración del mundo que los rodea.

Pueden transformar el mundo

Esta participación es uno de sus derechos, y se encuentra establecida en la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), particularmente el artículo 12: “derecho a formarse un juicio propio y expresar su opinión libremente en todos los asuntos que afectan su vida, en función de su edad y madurez”.

Lo anterior viene acompañado del derecho a la libertad de buscar, recibir y difundir ideas de todo tipo y por cualquier medio, artículo 13; la libertad de pensamiento y de conciencia, artículo 14; la libertad de asociación y de reunión, artículo 15; y la consideración de sus puntos de vista en diversas situaciones a nivel social, familiar y escolar, artículos 9, 16 y 29, enuncia el organismo.

Crear los espacios para que se expresen, tomar en cuenta sus puntos de vista, y responder a sus necesidades, sin duda, apunta la Unicef, permite que ellos aprendan, crezcan y prosperen. Si se les anima a decir sus opiniones y a defenderlas, tienen mayores posibilidades de gozar de autoestima y confianza en sí mismos y de desarrollar sus conocimientos y capacidades.

“Si se les da la palabra, pueden proporcionar información valiosa sobre las condiciones en el trabajo o en la escuela, y sobre riesgos para su propia salud o la de su comunidad. A veces ofrecen propuestas de cambio que los adultos no han llegado a tener en cuenta.”

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