Antes de decidirse a abandonar los estudios, deben pensarlo dos veces y primero resolver los problemas que los agobian antes de tomar un camino que, generalmente, no tiene marcha atrás. Esa fue la recomendación de los psicólogos Indhira Estrada y Christian Flores a estudiantes del CCH.
Al ofrecer la charla “¿Por qué seguir estudiando?”, los profesores del plantel Sur recordaron que gran parte del trabajo que hacen en el Departamento de Psicopedagogía se centra justo en el apoyo a los alumnos que, por alguna razón, se les dificulte tener regularidad en el Colegio y así evitar que crezca el problema de deserción.
Sobre por qué los alumnos dejan de estudiar, recordó que según datos del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación en México (INEE), en el ciclo 2015-2016 en el nivel bachillerato se observó una deserción de estudios de 25.9 por ciento en el primer grado.
Se estima que, aunque se ha observado un leve aumento en el egreso, cada año cerca de 700 mil estudiantes de ese nivel abandonaron la escuela; sólo 68 por ciento de los jóvenes matriculados concluyó sus estudios, mientras que 32 por ciento la abandonó para no volver a retomarla, abundó.
De hecho, apuntó Flores, antes de la pandemia en todas las universidades del mundo había muchos alumnos que decidían parar sus estudios de manera temporal o definitiva.
Las razones eran desde falta de motivación o interés, hasta poca fe o esperanza de que continuar estudiando les favoreciera para incorporarse al mercado laboral, como si hacerlo fuera una urgencia.
Ahora, con el confinamiento derivado de la pandemia, la situación se ha recrudecido porque las clases son en línea y los motivos por los que se ausentan de ellas incluyen la percepción de que se disfrutan menos, de que no hay conexión social y de que muchas materias a distancia les cuestan más trabajo.
Sin embargo, expuso, antes de pensar en dejar los estudios es necesario ver las dificultades como algo pasajero que tarde o temprano se superará.
La educación
Uno de los problemas que han encontrado a lo largo de los años en su departamento es que hay estudiantes que ven la educación sólo como “una obligación, algo que sentimos forzado, condicionado a tener ciertos privilegios en casa. La respuesta es no, “la educación y el conocimiento son herramientas personales que inciden en nosotros y en la situación de nuestro medio”.
“La idea de estudiar en una Universidad para que me vaya bien en la vida, no es verdad, va más allá. La educación proporciona placer por el conocimiento, una sensación de bienestar, saber que no sólo tenemos información, sino que la hemos convertido en conocimiento, que podemos aplicar a nuestra vida”, agregó.
Indhira Estrada, por su parte, resaltó el privilegio de pertenecer a una institución como es la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y en específico al CCH, pero eso es algo que los alumnos no consideran al llegar a Psicopedagogía con la duda de que por qué deben seguir estudiando, sino sólo las situaciones tan difíciles que viven en casa con la familia.
Les explicó que, aunque en algún momento la vida los lleve a pensar que dejar de estudiar es la mejor forma de resolver su situación, después se enfrentarán al reproche constante de no haber continuado y truncado su proyecto de vida y aspiraciones.
Continuar estudiando, sostuvo, “nos invita a algo mucho más duradero, implica pertenecer a una comunidad estudiantil, porque no sólo vamos a aprender matemáticas, historia o geografía, aprendemos cosas de la vida, a desarrollar capacidades, habilidades y a conocernos, además, el factor humano nos invita a confrontar las cosas de manera diferente”.
