indígena en la UNAM

Ser alumno indígena en la UNAM

Conversan sobre cómo preservan su identidad

Ser alumno indígena en la UNAM
Conversan sobre cómo preservan su identidad

Estudiantes procedentes de las regiones zapoteca, mixteca y totonaca hablaron sobre sus experiencias de formación académica en licenciatura, sus costumbres ancestrales y el orgullo de preservarlas.

Durante la mesa de diálogo “Ser estudiante indígena en la UNAM”, organizada por la Coordinación Universitaria para la Sustentabilidad (COUS), los jóvenes conversaron acerca de cómo decidieron ingresar a la UNAM, cómo fueron recibidos por compañeros y profesores, la manera en que preservan su identidad y cultura, así como las cosas que extrañan de sus poblaciones y comunidades.

“Recuerdo cuando llegué por primera vez a la Facultad de Derecho. Iba vestida con un huipil tradicional y eso despertó la curiosidad e interés de mis compañeros y profesores por conocer más de la cultura zapoteca”, recordó Gabriela Ángeles López, de 20 años.

“Desde pequeña quise estudiar Derecho ambiental y, después de investigar y contar con el apoyo de mi familia, decidí trasladarme a la Ciudad de México para ingresar a la UNAM, donde he encontrado el espacio adecuado para adquirir conocimientos académicos y desarrollar mis intereses personales”, explicó.

“Una de las cosas que más extraño es la comida y las tradiciones de mi comunidad, porque son elementos que visibilizan la cultura de la localidad a la que pertenezco; además estoy aprendiendo la legua de mis antepasados para que no se pierda”, indicó.

Por su parte, Vania Zoé Bravo Ramírez, de 21 años y estudiante de sexto semestre de la carrera de Biología, expresó: “Fue inevitable sentir tristeza y dolor por alejarme de mis padres, pueblo y costumbres. Mi madre fue quien me animó a que ingresara a la UNAM. Me decía que, al salir del pueblo, me maravillaría con otras cosas para seguir aprendiendo. Eso hizo que transformara el dolor en fuerza y tomara impulso para seguir adelante”.

En su oportunidad, Irán García, estudiante de la carrera de Comunicación y Periodismo, en la Facultad de Estudios Superiores Aragón, destacó: “El desapego a la familia y costumbres fue grande, porque, entre otras cosas, tuve que aprender a valerme por mí mismo en la Ciudad de México. Lo que me motivó a ingresar a la UNAM fue que, al estudiar periodismo, se pueden dar a conocer los diferentes problemas que se viven en las altas montañas de Veracruz, que es de donde proceden sus familiares, quienes son miembros de la cultura totonaca”.

En su conclusión, detalló que, con más de un año de anticipación, comenzó a prepararse para presentar su examen de admisión a la UNAM y que el esfuerzo realizado hasta el momento ha valido la pena.

 

Culturas vivas

La población zapoteca se concentra principalmente en Oaxaca. Se estima que actualmente representan 800 mil personas, muchas de las cuales hablan su idioma, aunque la mayoría habla español también. En la época precolombina, la zapoteca fue una de las principales culturas de Mesoamérica, pues desarrolló un avanzado sistema de escritura. Muchas personas de ascendencia zapoteca han emigrado a Estados Unidos y han mantenido sus tradiciones en Los Ángeles y la zona del Valle Central de California.

La región mixteca, por su parte, también se encuentra preponderantemente en tierras del norte de Oaxaca. Los mixtecos formaron una de las civilizaciones más brillantes de Mesoamérica, sobrevivieron a la Conquista española y fomentaron una impresionante tradición sincrética mixteco-europea que perdura hasta la fecha.

La región colinda con Puebla y Guerrero. En Oaxaca, la mixteca ocupa 155 municipios agrupados en siete distritos: Silacoyoapan, Coixtlahuaca, Juxtlahuaca, Teposcolula, Nochixtlán, Huajuapan y Tlaxiaco.

La civilización totonaca es originaria también de la región mesoamericana y habita principalmente Veracruz y el norte de Puebla. Originalmente formaron una confederación de ciudades. Luego se organizaron sólo en tres señoríos: norte, sur y serrano. Su economía era agrícola y comercial. Tuvieron grandes centros urbanos como El Tajín, Papantla y Cempoala.   

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