Aunque el término “animal de compañía” hace que las personas piensen en sus perros, gatos o pájaros, esta condición no debe generar una acción de dominación sobre las mascotas. Así lo refirió la investigadora Xóchitl Arteaga, en el marco de su ponencia “Especies compañeras, ganadería y la responsabilidad de devenir con otros”.
En el acto organizado por el Seminario Multidisciplinario de Actualización Docente, a cargo de Elizabeth Hernández, se reflexionó sobre maltrato animal y vínculos afectivos.
“Existen las megagranjas con proyectos biopolíticos que controlan la vida y la muerte, en donde se considera que los animales son matables y desechables. ¿Cuántos kilos de seres humanos mueren al día? Detrás de la estadística están las muertes de animales, muchas veces injustificadas. Mientras se siga priorizando la ganancia y la acumulación de capital, el mundo seguirá perdiendo”, dijo Arteaga.
Cómplices
Cristina Manjarrez, docente de la opción técnica de Recursos Humanos, opinó que, como sociedad, somos cómplices del maltrato y abandono en que viven muchas especies: perros, gatos, caballos o burros. “Hemos permitido que los exploten y, en particular en el Estado de México, no se aplican las sanciones de maltrato”. Agregó que el tema es tan importante como la equidad de género o los feminicidios, pero no se ha hecho nada al respecto.
Por su parte, Iriana González, docente de Taller de Lenguaje y Comunicación, destacó que la preocupación por los animales es algo muy complejo de atender, ya que los procesos de una sociedad capitalista condicionan la dinámica de las comunidades. “No hay una agenda política que atienda esta lamentable situación, entonces pensar en una política de protección animal es aún más utópico”, señaló.
