La diferencia es la necesidad que tiene la vida de ser mostrada

Géneros literarios

La diferencia es la necesidad que tiene la vida de ser mostrada

Géneros literarios
La diferencia es la necesidad que tiene la vida de ser mostrada

La mayoría de las personas alguna vez en su vida han tenido la oportunidad de leer un cuento, un poema , una novela o cualquier otro género literario, ya sea por decisión propia o porque se ha visto obligado a partir de las circunstancias de la vida.

Lo que es cierto es que la lectura nos permite comprender el mundo de mejor manera, construir alternativas a viejas preguntas: aunque jamás tengamos respuestas certeras; podemos imaginar mundos posibles y poner manos a la obra para hacerlos realidad, asimismo, leer nos transporta a lugares nunca imaginados que se materializan en quien escribe.

Leer nos permite mirarnos a nosotros mismos, reconocernos en aquellos personajes a quienes admiramos, con quienes lloramos, reímos y hasta nos enojamos, porque hay algo en ellos que podemos mirar dentro de nosotros mismos. 

Se denomina género literario a cada una de las categorías en que se dividen los textos; para dicha clasificación se toman en cuenta algunas constantes retóricas y semióticas, así como la intención del autor o la autora. Dichos elementos nos permiten identificar y clasificar dichos textos.

En la actualidad se mantiene la clasificación clásica hecha por Aristóteles, quien dividió los textos literarios en tres géneros: lírico, narrativo y dramático; los textos de carácter histórico son considerados como un género literario aparte.

La filósofa española María Zambrano nos dice que la diferencia entre un género literario y otro es la necesidad que ha tenido la vida de mostrarse: No se escribe por necesidad literaria, sino por la necesidad que la vida tiene de expresarse…de ser mostrada. El ser humano crea seres, figuras e imágenes diferentes de sí mismo, estos seres diferentes nos permiten configurar nuestra existencia desde ese otro ser, que no se Es.

La novela nos muestra un ser individualizado al que se le concede una narración histórica, es decir, un tiempo, un lugar, un espacio donde son susceptibles de todo tipo de tentaciones e inclemencias; quien se novela acepta su condición, acepta sus logros y sus fracasos, hay un cierto aire de complacencia pues objetiva su ser y se recrea en él sin ninguna trascendencia.

La poesía es el lenguaje de los dioses, nos muestra lo sagrado del mundo, es quizá la expresión más antigua de la vida. El ser humano siempre ha tenido la necesidad de expresar exteriormente su mundo interior y esta expresión ha sido una expresión poética que proyecta el sentir de la humanidad hacia un mundo trascendental, hacia una alteridad suprema.

María Zambrano distingue un género que a su parecer ha sido olvidado, el género literario de la confesión. Este género surge a partir del texto escrito por San Agustín de Hipona.

La confesión es el género literario de la vida en crisis, una vida en crisis es una vida que ha llegado al límite de su existencia, al límite de su abandono; la vida se confiesa cuando desea encontrar esperanza ante su existencia desnuda, cuando desea transformarse y revelarse a sí misma, por ello, el género literario de la confesión es palabra a viva voz.

Muchos y muy diversos son las formas de narrar nuestra existencia, cada época, cada momento histórico ha encontrado diferentes maneras de narrarse a sí misma. Los géneros literarios surgen de las entrañas mismas de la vida, un género literario es la manifestación misma de la vida, desde una forma muy particular; tan diversa y cambiante es la vida, como tan diversos y distintos son los géneros literarios.

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