Malestares psicológicos ante la pandemia

Malestares psicológicos ante la pandemia

Adaptarte poco a poco permite superar el caos

Malestares psicológicos ante la pandemia
Adaptarte poco a poco permite superar el caos

Adaptarse al actual confinamiento o aislamiento e incluso encontrar en él una oportunidad para descubrir capacidades o talentos es para muchos aún un largo caminar, sobre todo porque se acompaña de la angustia, la preocupación y el miedo por enfermar o enfermar a otros, lo que no permite la tranquilidad para pasar de la mejor manera este periodo.

Ante estas circunstancias, un grupo de especialistas ha elaborado una Guía práctica para universitarios en cuarentena, donde se explican los aspectos emocionales que se manifiestan en una contingencia sanitaria por el Covid-19. Parte de esto radica, en primer lugar, porque cambia drásticamente la forma de vivir de las personas: trabajar a distancia, cambiar los hábitos de alimentación, de convivir, de estudiar, de higiene, formas de recreación; aunado a la información, muchas veces poco alentadora sobre el desarrollo de la enfermedad en otros lugares. Las autoras afirman que es normal sentir miedo y preocupación de contagiarnos o de contagiar a otros, los cuales aumentan cuando nos encontramos con otras personas con iguales emociones; en este sentido, se pone mayor atención a situaciones que antes no se advertían y que ahora se relacionan directamente con el padecimiento, por ejemplo, sentir dolor en la garganta o en las articulaciones, fiebre, entre otras. Incluso este malestar se traslada a las actividades que requieren de concentración; otro síntoma que se advierte es no confiar en la información que se presenta o bien buscar en exceso noticias sobre la pandemia, lo que provoca ansia, inquietud y preocupación por los servicios de salud con los que se cuenta o por los productos que puedan ser necesarios para protegerse, entre otros. También es común tener miedo a ser estigmatizados, “al qué dirán” si se contagian, o bien sentirse aislado de los demás, o desinteresado en cosas que antes eran importantes. Todo lo anterior, explicaron las especialistas, tiene que disminuir poco a poco a partir de que se adapte cada persona a lo que está viviendo, sobre todo, si se continúa con las metas que se había propuesto y se desarrolla una rutina que le haga sentir productivo, seguro y conectado.

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