Un fenómeno que debe atenderse urgentemente por docentes y alumnos

La IA replantea la enseñanza y el aprendizaje

Un fenómeno que debe atenderse urgentemente por docentes y alumnos

La IA replantea la enseñanza y el aprendizaje
Un fenómeno que debe atenderse urgentemente por docentes y alumnos

La erradicación del plagio, que es la copia de obras ajenas haciéndolas pasar por propias, es una responsabilidad compartida entre estudiantes y docentes, especificó Fabiola Carolina Olguín Higuera, profesora del plantel Sur, al dictar la conferencia “Plagio”, quien formó parte de las actividades del Programa Jóvenes hacia la Investigación en Humanidades y Ciencias Sociales.

La especialista explicó que, por un lado, los alumnos tienen que aprender a organizar sus tiempos, a elaborar documentos, investigar y citar, para que esas estructuras de trabajo no le sean ajenas.

Y, por el otro lado, los docentes deben revisar las actividades de modo que los alumnos se sientan en un diálogo con ellos, y perciban que su trabajo será leído y analizado por otra persona, lo que les motivará a tener un buen desempeño.

La también académica de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM comentó que hay dos tipos de plagio: el intencional y el no intencional.

Señaló que al plagiar no se reconoce el trabajo de otras personas; la elaboración de algo implica esfuerzo, creatividad, por lo que es injusto, no es ético y perjudica la formación académica, en este caso de la Universidad, donde se fomentan los valores, como la disciplina, la responsabilidad, el respeto, entre otros, pero sobre todo porque se forman personas que practicarán dichos valores.

Explicó que, de acuerdo con un estudio realizado en República Dominicana, entre las causas por las que los estudiantes universitarios plagian está la falta de tiempo para elaborar las actividades, el desconocimiento de cómo realizar trabajos académicos, así como la facilidad de plagiar gracias a internet y por las TIC.

Además de tener la sospecha de que el profesor no lee los trabajos con profundidad, la falta de normas en el aula para castigar el plagio, considerar que esta actividad no aporta a su formación, y que se priorice la calificación al aprendizaje.

Al respecto, se pronunció porque se implementen normas en el aula por si se encuentra un trabajo plagiado, también que se diseñen actividades significativas, donde el estudiante se vea involucrado y perciba que va a aprender algo.

“El plagio no es un fenómeno que se vaya a resolver sólo enfocándonos en los estudiantes, hay una corresponsabilidad con todo el sistema educativo para que no suceda. Además, debe de haber una reflexión en torno a las consecuencias de plagiar”, recalcó.

Al referirse al uso de las TIC, en particular con la incorporación de la Inteligencia Artificial (IA), que ya se está implementando en algunas áreas de trabajo y de entretenimiento, como el uso del ChatGPT, y recientemente Bard, la versión que lanzó Google, sostuvo que no se pueden prohibir, así que se tiene que aprender a coexistir con estos, ya que también los espacios digitales generan información y conocimiento.

“La inteligencia artificial es un riesgo, puesto que facilita más el plagio, pero podría ser una base para posteriores actividades. En este sentido, sin duda, replanteará la enseñanza y el aprendizaje. Ocupemos las inteligencias artificiales para saber cosas, pero en el aula se debe dar un aprendizaje a través del diálogo y la reflexión”, indicó.

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