Mejorar la calidad del aprendizaje de los adolescentes es el trabajo que anima al Consejo Académico del Bachillerato, “es un sector de la población al que le tenemos que invertir, no porque sea un semillero, sino porque son muchachos entusiastas, con toda la capacidad cognitiva y física para hacer de sus vidas lo mejor, y justamente por eso son los más vulnerables, esta instancia estará apoyando y trabajando para que el bachillerato de la UNAM siga siendo el mejor y la mejor opción para nuestros jóvenes”, señaló en entrevista Alma Angélica Martínez Pérez, titular de la dependencia universitaria.
A escasos días de su nombramiento por el rector de esta casa de estudios, Enrique Graue Wiechers, la maestra en Psicología Educativa destacó algunas acciones que emprenderá y otras que retomará para fortalecer el trabajo en favor del nivel medio superior universitario.
Contenidos esenciales
Al respecto, señaló que frente a los cambios que se han generado a partir de la contingencia sanitaria, en donde tanto maestros como alumnos han hablado del extenso contenido y tiempo frente a la computadora, se trabajará por la identificación de los contenidos esenciales, pero con los planes actualizados.
Dicha propuesta, explicó, consiste en identificar aquellos contenidos fundamentales en todas las asignaturas y en cada subsistema, de manera que el alumno no se vea en desventaja y continúe el bachillerato. “Una vez que se tenga, pasará por filtros de validación y de profesores expertos. Se pretende una buena orientación, el CAB lo puede dar a través del trabajo que se hace con los consejeros, con los profesores, con los directores generales del bachillerato”.
Lo anterior ha generado otras opciones, señaló, entre ellas, “incluir la parte de autorregulación del estudiante, la parte autogestiva, el uso de la tecnología y la elaboración de materiales digitales. Es importante decir que no es la continuidad del material de contenidos fundamentales, sino actualizado, en donde se incluyan a los dos subsistemas”.
Otra tarea importante, precisó, quien se desempeñó como directora del plantel 6 Antonio Caso (2010-2018) de la Escuela Nacional Preparatoria (EPN), es, por decirlo de alguna forma, alinear el perfil de egreso de bachillerato y el de ingreso a la licenciatura, “ya se ha trabajado, pero por la pandemia se detuvo, y el cual hay que retomar, ya que de eso depende justamente los contenidos esenciales que debe saber un estudiante y que permitirán seguir aprendiendo y construir esquemas de conocimiento más complejos”.
En este mismo sentido, se ubica también la enseñanza del idioma inglés. “Por su importancia se seguirá retomando. Sabemos que es indispensable para el bachiller, pues le permitirá seguir aprendiendo y más adelante tener acceso a otros posgrados; un proyecto que hay que seguir trabajando con profundidad”.
Se trata de “una mejora en su enseñanza y necesariamente hay que hacer la evaluación de los programas”.
Al final, recalcó, tenemos que llegar a que el estudiante se convierta en usuario del conocimiento, que le permita mejorar su calidad de vida, modificar sus acciones, sus actitudes y, entonces, estaremos hablando de una aportación en el desarrollo integral del joven universitario.
Por otro lado, al referirse a la evaluación de los programas actualizados, reconoció el trabajo del Colegio por dar a conocer información sobre su funcionalidad y aportaciones. Es en la retroalimentación, dijo, donde se puede observar qué se tiene que modificar, aumentar, desde dónde empezar, qué tipo de estudiante se recibe, hacia dónde se dirigen, información muy válida para hacer reestructuras y aportaciones basadas en la investigación educativa.
Órgano colegiado
El CAB, explicó, “es un órgano colegiado que trabaja de manera colaborativa, ningún trabajo se lleva a cabo de forma individual, estamos fortalecidos por los otros órganos colegiados, por los consejeros de área, los directivos de los dos subsistemas del bachillerato, por profesores y por alumnos. Hay una visión muy amplia que nos permite validar más la información, qué se necesita y qué se debe hacer. También hay un bachillerato a distancia del cual reflexionar, sobre todo en estos momentos”.
De frente a la pandemia y los cambios en el área educativa, advirtió la necesidad de atender aspectos como el buen manejo de las herramientas digitales, pero a partir de diagnósticos y evaluaciones.
Y otra parte importante, añadió, es enseñar a los alumnos a autorregularse, conocer qué se les facilita o dificulta, dónde conseguir apoyo para el conocimiento, cómo manejar los tiempos, asesorías, entre otros; que sepa cuáles son sus fortalezas, debilidades y necesidades.
Subrayó que en todo lo anterior, el CAB trabajará de manera colaborativa con los actores que intervienen en el subsistema del bachillerato, ya que precisamente esto es lo que mantiene a esta Universidad en el nivel que se encuentra.