Mariana Enriquez se presentó en el CCH

Mariana Enriquez se presentó en el CCH

La autora se considera una amante del rock y el punk

Mariana Enriquez se presentó en el CCH
La autora se considera una amante del rock y el punk

Llegó tiempo antes de la tormenta. Algo en el ambiente fue haciéndose agua y el viento corría libremente entre las copas de los árboles. En punto de las 11 horas, Mariana Enriquez arribó al plantel Sur del Colegio de Ciencias y Humanidades. El cielo plomizo y la huella de la lluvia fueron el telón de fondo de una charla que fue entre la llanura de Nuestra parte de noche y Las cosas que perdimos en el fuego.

Mariana, la autodidacta; Mariana, la melómana, amante del rock y el punk; Mariana, la que camina por las tumbas de músicos en el cementerio de Ginebra; Mariana, la de la sonrisa disimulada entre frases irónicas; Mariana, la ganadora del Premio Herralde, la que ha fascinado al Premio Nobel de Literatura Kazuo Ishiguro; Mariana, entre un público joven que la cuestiona, la admira, jóvenes que comienzan a formarse como lectores y van en busca de un fantasma literario.

“El terror en la literatura de Mariana Enriquez” fue el nombre de la charla; el terror, el  punto de encuentro. Los y las alumnas del plantel comenzaron a llegar, como sombras, a ocupar un espacio del auditorio. Un breve silencio, que cortaba con su filo el griterío, se instaló entre el auditorio: una voz se erigió como de ultratumba para decir “hola”.

La autora argentina no titubea en sus respuestas, habla  con una seguridad pasmosa. Se dice autodidacta, sabe que no tenía la habilidad para formar una banda de rock, entiende que la juventud es el momento ideal para trazar las primeras letras, para ser contestatarios, lo dice y a los alumnos, quienes se perciben animados, seguros que hay opción y oportunidades para lograr ser un gran escritor o escritora.

Ya sea en Alguien camina sobre tu tumba, Los peligros de fumar en la cama o Bajar es lo peor, Enriquez ha logrado que los fantasmas, el misterio y la violencia pueblen sus anécdotas. Sentada en un sillón rojo, ante más de 200 alumnos y profesores, compone su propia balada oscura en torno a la literatura: “yo escribo de lo que yo entiendo como violencia desde Latinoamérica, a mí me da temor la violencia de nuestros países”.

La escritora argentina sabe muy bien de dictaduras, pues mientras fue adolescente, en Argentina, Jorge Rafael Videla lideraba el Proceso de Reorganización Nacional.

Ella, en su infancia, leía sobre monstruos, fantasmas, miraba películas y le eran contadas historias de muertos y desaparecidos.

“En nuestros países desaparecen gente, y eso también es un hecho violento y terrorífico”.

Para las y los chicos del CCH esto también forma parte de su realidad, de la violencia y el terror cotidiano. El comentario dispara más preguntas, comentarios; cuchichean, susurran, hablan entre dientes.

Mariana Enriquez pone un punto final a la charla, después de una hora y media de conversación. Entre los alumnos se quedan resabios de la noche que Enriquez trajo con ella, queda entre ellos la certeza, también, de que se puede escribir de nuestros miedos, de nuestras inquietudes, y salir victoriosos en el proceso.

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