En 2011, el CCH festejó 40 años de vida con una ceremonia, la develación de placas conmemorativas, la inauguración de diversos espacios para la comunidad, la realización varios encuentros deportivos y conferencias magistrales.
A las 9:00 de la mañana del 11 de abril, el Auditorio Raúl Fournier de la Facultad de Medicina comenzó a llenarse con cientos de profesores fundadores de los cinco planteles, que protagonizaron la Magna Ceremonia del Cuadragésimo Aniversario del CCH.
La grandeza y el alcance del proyecto del Colegio “se pueden medir de muchas maneras en lo cuantitativo y cualitativo; por la cantidad de mujeres y hombres egresados que han tenido la oportunidad de seguir su educación universitaria para servir a la sociedad, y por el éxito y el impacto del proyecto de Pablo González Casanova y de los universitarios que lo acompañaron en esa aventura intelectual, un proyecto en favor de la educación, la cultura y la juventud”, expresó José Narro Robles, rector de la UNAM, al inaugurar el acto protocolario.
A Narro lo acompañaron Eduardo Bárzana, secretario general de la UNAM; Lucía Laura Muñoz, directora general del CCH; Fernando González Casanova, en representación de su padre, el doctor Pablo González Casanova; los directores de los cinco planteles, exfuncionarios de la institución, profesores fundadores, miembros de la comunidad del Colegio e invitados especiales.
De ese año destacó el pilotaje del Programa de Fortalecimiento a la Calidad del Egreso (Profoce), que benefició a mil 615 alumnos de los cinco planteles; el Programa Escuela Sana, que buscó promover entre los estudiantes el autocuidado de la salud física, psíquica y emocional, y la Educación Física ocupó un lugar relevante, pues ocho mil alumnos participaron en diversos torneos deportivos.
Se concretó el proyecto de creación del Centro de Formación de Profesores, y Beatriz Cuenca Aguilar fue designada directora del plantel Naucalpan para el periodo 2011-2015.
Ese año culminaron las celebraciones del Centenario de la UNAM, con la ceremonia de investidura de 11 doctores honoris causa en el Palacio de Minería. Ahí el rector Narro invistió con la máxima distinción que otorga la Universidad Nacional a Pablo González Casanova, exrector, sociólogo e ideólogo del CCH.
Durante su rectorado González Casanova llevó a cabo una importante reforma académica en la cual fundó el Colegio de Ciencias y Humanidades, con principios acordes a su visión de cultura universal, de ciencia y de educación: aprender a aprender, aprender a hacer y aprender a ser.
“El Doctorado Honoris Causa es un reconocimiento a sus legados que le dan a México la posibilidad de pensar científicamente nuevos caminos de desarrollo, más justos y democráticos”, se señaló.
En el país la violencia repuntó y en ese contexto ocurrió el asesinato de Juan Francisco Sicilia Ortega, joven de 24 años e hijo del poeta Javier Sicilia.
