Salir de su zona de confort le permitió a Cristiano Kipper ampliar sus horizontes laborales fuera de su país de origen; actualmente, su trabajo se centra en ofrecer soluciones para un mejor uso de la energía en una planta acerera en México. Sus estudios en ingeniería industrial y la orientación oportuna sobre las tecnologías del futuro le permitieron crecer personal y profesionalmente, esta fue la experiencia que compartió con estudiantes y profesores del Colegio de Ciencias y Humanidades.
Durante la charla “Elige bien, elige STEM” (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés), organizada por la Asociación STEM, Kipper habló de la urgencia por fomentar vocaciones profesionales en dicha área del conocimiento, principalmente para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible, que permitirán una mejor calidad de vida para los seres humanos.
“De acuerdo con datos de la Organización de Naciones Unidas, la generación de entre nueve y 19 años es la primera que podría acabar con la pobreza extrema y la última que puede hacer frente al cambio climático, por lo que se torna urgente incidir en esta generación”, señaló el ponente.
Dicho organismo, recordó, plantea 17 objetivos de desarrollo sostenible, como el fin de la pobreza, hambre cero, salud y bienestar, educación de calidad, igualdad de género, agua limpia y saneamiento, energía asequible y no contaminante, trabajo decente y crecimiento económico, industria, innovación e infraestructura, reducción de las desigualdades, ciudades y comunidades sostenibles, producción y consumo responsables, acción por el clima, vida submarina, vida de ecosistemas terrestres, paz, justicia e instituciones sólidas, y alianzas para lograr los objetivos.
Para ello, subrayó la importancia de desarrollar entre los jóvenes competencias que permitan una mejor respuesta a este entorno, como lo son el pensamiento crítico, la resolución de problemas, creatividad, comunicación, colaboración, alfabetización de datos, alfabetización digital y las ciencias computacionales, las cuales son relevantes para la innovación y los empleos del futuro.
Pero también atender la creatividad y el desarrollo de habilidades socioemocionales, como son la conciencia de sí mismo, autogestión, conciencia social, habilidades de relación y toma de decisiones responsables para promover una ciudadanía involucrada y globalmente responsable, además de fomentar la interacción con otras disciplinas, como las artes, los negocios, la filosofía o las humanidades.
Sin dejar de lado el conocimiento en las tecnologías exponenciales, mismas que van en ascenso y que serán requeridas en distintos escenarios laborales, por ejemplo, la inteligencia artificial, el internet de las cosas, la robótica avanzada, la nube, el almacenamiento de energía, las energías renovables, los vehículos autónomos, el blockchain, el big data e impresión 3D.
Del mismo modo, el ponente destacó que las carreras enfocadas en ciencia, tecnología, ingenierías y matemáticas no tienen género, por lo que, al incursionar en ellas, tanto hombres como mujeres inciden en otro eje estratégico, que es la inclusión con perspectiva de género; además de que dichas áreas destacan por proporcionar mayor potencial económico.
Para concluir, invitó a los jóvenes a buscar información sobre los alcances de estas profesiones, a descubrir las capacidades y habilidades que cada uno tiene y las posibilidades de crecimiento bajo el contexto actual de la cuarta revolución industrial-tecnológica; asimismo, a conocer las opciones que promueve la Asociación STEM, que impulsa la enseñanza de la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas como pilares para el desarrollo sostenible y bienestar social, y el talento STEM, los empleos del futuro y la innovación con visión social e incluyente.
