La Ilustración fue un movimiento intelectual que se desarrolló en Europa durante el siglo
XVIII, que influyó en la economía, la política, las ciencias, el arte, la religión, y en muchos otros aspectos de la cultura en general.
Los ilustrados consideraban que la razón era la principal facultad que poseían los seres humanos para entender, comprender y desentrañar todos los misterios que podría ofrecer la realidad.
En ese sentido, la razón era considerada la “luz” que iluminaba el conocimiento y la cual podía terminar con la ignorancia, de ahí que a este siglo (el siglo XVIII) es denominado como el Siglo de las luces.
Algunos de los sucesos históricos que permitieron su surgimiento fue el movimiento humanista del siglo XV, que se caracterizó por la revalorización de la dignidad del ser humano alejada de la visión religiosa; además, se priorizó el uso de la razón sobre la fe y los dogmas religiosos.
De la mano del movimiento humanista, podemos abordar el desarrollo de la ciencia a partir de la observación y la experimentación como otro antecedente de la Ilustración.
La confianza plena en el pensamiento racional, como el único medio para alcanzar la verdad, posibilitó el cuestionamiento del poder de la iglesia, los dogmas religiosos y las estructuras sociales tradicionales, por ser consideradas un obstáculo para el progreso social y científico.
Debido a esta confianza plena en la razón, la búsqueda del conocimiento se instauró como el camino hacia el progreso, permitiendo el desarrollo científico y la innovación tecnológica.
El progreso para los ilustrados no era una cuestión únicamente material sino también moral, es decir, el progreso que se deriva del pensamiento racional no solo era capaz de mejorar la calidad de las personas, sino también conducirlas hacia la felicidad.
El enciclopedismo fue resultado de los planteamientos propuestos por los ilustrados, ellos consideran que la recopilación y la divulgación del conocimiento era fundamental para combatir la ignorancia, pero sobre todo transmitir la luz de la razón. Esto permitió que un mayor número de personas pudieran acceder a la educación y al conocimiento.
Uno de los ilustrados más importantes de ese tiempo fue el filósofo alemán Emmanuel Kant. En su ensayo ¿Qué es la ilustración? nos ofrece una serie de reflexiones que nos permiten comprender el significado de este movimiento intelectual y cultural.
La Ilustración es, comprendida por Immanuel Kant, como la liberación del ser humano de su culpable incapacidad.
Redes nos mantienen en la comodidad
El ser humano es culpable de su incapacidad, porque pudiendo hacer uso de su inteligencia ha decidido no hacerlo, ya sea por pereza o por cobardía. Ha preferido continuar en un estado de pupilo, permitiendo que sean otros los que conduzcan su vida.
En la actualidad seguimos en la culpable incapacidad, dado que hemos preferido dejar que otros sean quienes guíen nuestro actuar, nos dejamos llevar por la autoridad que reconocemos en otros, sin cuestionar ni reflexionar sobre sus palabras y/o acciones.
Las redes sociales, los medios de comunicación, la mercadotecnia, las plataformas de streaming, etcétera, nos mantienen en la comodidad de no pensar ni de cuestionar, es decir, de no hacer uso de nuestra propia razón.
El ideal de la Ilustración: ¡Sapere aude! ¡Ten el valor de servirte de tu propia razón! es una invitación a la emancipación, es motivar a las personas a usar su propio juicio y capacidad de pensar de manera independiente, es un llamado a la mayoría de edad, a la autonomía intelectual.
¡Sapere aude! es tomar la decisión y tener el valor de pensar por uno mismo.
*Docente del plantel Oriente