Hace poco más de un año, los entonces estudiantes del Colegio de Ciencias y Humanidades, Valeria Lizet Maya Vargas y José Carlos Navarro Mayén, identificaron tres estrellas con exoplanetas: Qatarz, Wasp43 y Tres3, esto lo lograron gracias a los conocimientos adquiridos en el Taller de Óptica y Astronomía, que coordina el maestro Jeffrey Bárcenas Mosqueda, del plantel Naucalpan.
Esta experiencia científica los llevó a utilizar vía internet un telescopio que se encuentra en el Observatorio Wipple, en Amado, Arizona, gracias a los alcances desarrollados en este mismo espacio al vincularse con otras instituciones y formar parte de proyectos, como fue el Laboratory for exoplanets. Hoy son otros los jóvenes quienes forman parte de este taller, mismos que se han dedicado a descubrir los trabajos de astrónomas, de continuar con su formación en el análisis de datos, pero sobre todo de dejarse admirar el Universo.
“Te cambia la vida ver a través de un ocular un planeta, una estrella; volteas al cielo y no ves nada, pero con esta herramienta te acerca y eso motiva mucho. Los chicos se dan cuenta de que todo lo que están aprendiendo en el CCH sirve; el cielo da esta oportunidad, es un laboratorio muy grande para poder aplicar todo lo que han aprendido: estadística, geometría, trigonometría, sirve y da mucha pauta para aprender, sobre todo, a analizar datos e interpretarlos”, señala Bárcenas Mosqueda.
Y esto es muy importante, explica, ya que para todos los que se van a dedicar a cuestión de análisis de datos, que en estos momentos está muy de moda, aquí se aprenden los primeros pasos. Básicamente en el taller se utilizan mucho las matemáticas para nivel bachillerato, comenta.
El Taller, recuerda, fue idea del profesor Javier Juárez Zúñiga, él comenzó con una idea para hacer telescopios caseros, en la época del último eclipse que tuvo el país, después, cuando se crea el Siladin, el taller se incorpora a este espacio y continúa en el diseño y construcción de telescopios, de ahí su nombre de Óptica. Desde el 2018 está a cargo del maestro Jeffrey Bárcenas.
Ha sido un espacio donde los estudiantes se ven atraídos, debido a que están influenciados por muchas películas, por temáticas como los agujeros negros, la expansión del universo, y las estrellas y el sistema solar. No obstante, el académico comparte que a la distancia también ha sido un poco difícil el trabajo, ya que los jóvenes quieren vivir la experiencia de cerca, utilizando los telescopios, salir a observar el cielo, por lo que se han buscado otros mecanismos para atraer y mantener este estudio.
Al respecto, comparte que México cuenta con dos telescopios muy importantes, uno se encuentra en San Pedro Mártir y otro en Puebla, cerca del Pico de Orizaba, el cual pertenece al Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica, que es un centro de investigación astronómica, y el que está en el Observatorio Astronómico Nacional de la sierra de San Pedro Mártir, es de la UNAM. “Dos telescopios de investigación de punta, donde se desarrolla astronomía de calidad, sitios que cuentan con nula contaminación lumínica”.
El trabajo del taller también radica en hacer vínculos con otras instituciones, como es el Instituto de Astronomía (IA) de la UNAM, “incluso hemos tenido la presencia de Julieta Fierro, quien develó la placa de este espacio”, destaca.
El profesor subraya también que muchos de los estudiantes que han participado han encontrado en la astronomía el mejor motivo para aplicar sus conocimientos, y para disfrutarlo. Valeria y José Carlos estudian ahora Medicina y Actuaria, respectivamente, pero no han dejado de disfrutar de esta ciencia.
