La violencia deja también daño y heridas emocionales

Dependencias económicas y afectivas

La violencia deja también daño y heridas emocionales

Dependencias económicas y afectivas
La violencia deja también daño y heridas emocionales

Las herramientas para prevenir la violencia son “la eliminación del lenguaje sexista, buen trato y negociación, reconocimiento y regulación de las emociones, eliminación de estereotipos y roles de género, además de la formación de profesionales en el área de género”, señaló la especialista en la materia, Virginia Fabián del Conde, durante el programa de la serie Jueves para la Igualdad.

En su charla titulada “La huella de la violencia de género, heridas emocionales”, la diplomada y conferencista en ética, prevención de violencia y sensibilización de género, dijo que entre las causas para permanecer en el rol de violencia están: “creer que así debe ser”, creación de dependencias emocionales y económicas e imitación de roles familiares.

También, “normalizar” el sufrimiento; idealizar al verdugo; baja autoestima y aislamiento; la comparación y estar al servicio de otros, sentirse mal o culpable; escuchar sin ser escuchado; preocupación por el pensamiento ajeno, y buscar no dañar a los hijos, entre otras.

Virginia Fabián dijo que el propósito es buscar e identificar conceptos básicos de la violencia de género, conocer sus consecuencias emocionales y brindar herramientas de prevención.

La ponente explicó que “esta violencia se puede vivir en el ámbito familiar, institucional, laboral, docente, de comunidad y en la política. Los tipos de violencia de género pueden ser psicológica, física, patrimonial, económica, sexual, obstétrica (toqueteos no profesionales u operaciones de esterilización sin consentimiento) y feminicida.

La violencia sexual se desarrolla con acecho en la calle, discriminación por embarazo y golpes. En general, inicia con una broma hiriente y llega al asesinato.

Pasa por varios estadios como: chantaje, mentira, ley del hielo, culpabilizar, descalificar, ridiculizar u ofender, humillar, intimidar, amenazar, controlar, prohibir, destruir, manosear, golpear en juego, empujar, jalonear, patear, encerrar y en cada grado genera una violencia más destructiva. 

Las consecuencias, además de los daños físicos, también son emocionales, como estrés, fobias, miedos, angustias, obsesiones, adicciones, insomnio, apatía, inapetencia, bajo rendimiento físico, intelectual y sexual, depresión y suicidios. 

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