José Sarukhán Kermez

José Sarukhán Kermez

Los jóvenes deben informarse y actuar

José Sarukhán Kermez
Los jóvenes deben informarse y actuar

El exrector de la UNAM, José Sarukhán Kermez, quien fuera un fundamental impulsor del Sistema de Laboratorios para el Desarrollo y la Innovación (Siladin), destacó la trascendencia que tiene la ciencia no sólo en la formación de los jóvenes, sino también como motor de la evolución cultural en el planeta, en el marco del festejo por el 25 aniversario del Siladin, llevado a cabo en el plantel Azcapotzalco.

En ese sentido, Sarukhán Kermez reconoció que los laboratorios Siladin promueven que el alumnado del Colegio sea más consciente de la necesidad de entender su entorno, “y no sólo el físico o biológico, sino también el social, porque somos un sistema que afecta a los sistemas de este planeta y tenemos que entenderlo para saber qué busca la sociedad humana”.

Un ejemplo del gigantesco valor de la investigación y del conocimiento del entorno, para entenderlo y poder cuidarlo y manejar de forma adecuada, fue la reciente pandemia, de la que de inmediato se tuvo información, subrayó.

Al ofrecer la conferencia magistral “Cambio ambiental global: retos y posibilidades”, que versó sobre la urgencia de informarse y actuar  ante la fragmentación de los ecosistemas, Sarukhán exhortó a los jóvenes a ser palanca de cambio y, como consumidores, exigir a las industrias y empresas que modifiquen su relación con el medio ambiente.

“Son los jóvenes quienes recibirán el impacto de toda esta problemática, por lo que tienen que  ponerse las pilas, lo cual significa, primero, hacerse de información y, segundo, actuar, exigiendo a las estructuras gubernamentales que cumplan con su responsabilidad, como lo deben hacer, y que en muchos casos no lo han hecho”.

De acuerdo con el científico, la presencia del hombre en el planeta tiene escasos 280 mil años, que es poco en comparación con los 4 mil millones de años de vida estimada que tiene la Tierra, pero ya ha dejado una profunda huella provocando efectos, la mayor parte de las veces, por ignorancia, por falta de conocimiento, pero también por desinterés en nuestra especie o por la ambición de ventajas personales o de grupo.

El exrector también se refirió a un cambio ambiental con dos caras: el cambio climático frente a la pérdida de la diversidad biológica, donde “los efectos del cambio climático se sienten instantáneamente”, y la segunda, que no tiene ese impacto inmediato, pero es más profunda, más seria y difícil de arreglar”.

Entre los elementos que la producen, mencionó el tamaño de la población humana, la cantidad de recursos para satisfacer sus necesidades, que provocan pérdida de biodiversidad y energía, y las tecnologías que se usan para obtenerlas.

La población del planeta es actualmente de 8 mil millones, tan sólo el 7 por ciento de la población total estimada que se tiene desde la aparición del hombre en la Tierra, pero el problema no es la cantidad de gente, sino el aumento del consumo que se dio en cuatro o cinco veces más por persona.

Entonces, el reto está en conservar los ecosistemas para las generaciones siguientes y “la conservación de nuestra matriz biológica, ambiental y social, depende sólo del comportamiento de quienes vivimos en México”, puntualizó ante el director general del CCH, Benjamín Barajas, autoridades del Colegio y directores de los planteles Azcapotzalco, Naucalpan, Vallejo, Oriente y Sur, así como profesores y estudiantes del plantel Azcapotzalco.

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