Dolores Castro

Rinden tributo en línea a la poeta mexicana

Participa el CCH en el homenaje a Dolores Castro

Rinden tributo en línea a la poeta mexicana
Participa el CCH en el homenaje a Dolores Castro

“A sombra de luz”, así se llamó el tributo virtual que recibió la destacada poeta, ensayista, narradora y crítica literaria Dolores Castro Varela, nacida el 12 de abril de 1923.

El director general del cch, Benjamín Barajas Sánchez, habló sobre la escritora: En muy pocas ocasiones, la obra artística suscita la necesidad de conocer la mano, la voz o la persona que escribe. Pareciera, como creían los formalistas rusos, que basta con la expresión lingüística para que se produzca el hecho estético, para que el ritmo provea el sentido y con apoyo en las imágenes y la interpretación del lector, nos acerquemos a una visión renovada del mundo.

Pero en el caso de Dolores Castro es diferente; en ella hay una perfecta sincronía entre su poesía, la expresión estética, la vida y la búsqueda de la verdad, la igualdad y la justicia; valores que ha heredado de una noble tradición liberal, que empieza en su familia, continúa en sus amistades y se traduce en un poderoso magisterio, que ha formado a incontables generaciones y, en momentos como éste, cuando la tragedia de la pandemia pareciera nublar nuestros caminos, siempre encontramos su figura, como un faro de luz y esperanza.

El filósofo francés Edgar Morin considera indispensable recuperar, para este mundo posmoderno, el amor, la poesía y la sabiduría que serían, parafraseando a Octavio Paz, tres sinónimos ardientes.

El amor es la búsqueda de la unidad perdida, restaña la desgarradura que los dioses infringieron al ser, separándolo en dos identidades: masculino y femenino; el amor es un sentimiento fraternal, abre sus brazos a los otros, al prójimo en un sentido universal y cristiano; mientras que la poesía, que pareciera un juego, como decía Heidegger, no lo es, porque en el juego los hombres se reúnen olvidándose de sí mismos, y en la poesía se agrupan sobre la base de su existencia.

El amor y la poesía confluyen en la sabiduría, porque ésta representa un conocimiento esencial de la vida. No hay en ello soberbia, sino la suave aceptación, como escribiera Dolores Castro, “del dulce dolor de estar viviendo”. La poesía es un estar y un ser en el mundo, pero asume una situación dinámica, cambiante, donde solo los instantes luminosos pueden dar cuenta de nuestro recorrido fugaz, relampagueante, por el tiempo.   

La poesía de Dolores Castro es esa concreción lírica esencial, breve, rítmica y sorprendente, que recupera lo más preciado de este género y lo transforma en la verdad profunda que subyace en el filo del tiempo; en esa zona donde impera el rostro más puro de la brasa; en esa región, semejante a la edad de oro, donde no hay “tuyo ni mío”, como solía decir don Quijote. En ese lugar, donde los hombres y mujeres son iguales.

Por eso se puede hablar de verdad en el arte, en la literatura y en la poesía de Dolores Castro, pues se trata de una obra donde la poesía, el amor y la sabiduría devienen expresión estética; una obra que, al abrevar en el centro del relato, o en el corazón del mito, solo puede ser universal.

El directivo subrayó la perfecta vinculación entre la persona de la escritora y lo que plasma en sus letras, “principio de unidad entre lo que se vive, lo que se escribe y lo que se dice, una marca de autenticidad”, y se refirió a la “fuerza liberal” de la maestra, misma que encontró en su familia, en Zacatecas y Aguascalientes. A ella y “sus familiares los animaba ese sentimiento de libertad (…) noble influencia que ha transmitido a incontables generaciones y que, en momentos como éste, en que la tragedia pareciera nublar nuestros caminos, siempre encontramos en la maestra un faro de luz y un testimonio de esperanza”.

María Teresa Velázquez, directora general del Sistema Zacatecano de Radio y Televisión, señaló la importancia de agradecer a Dolores Castro su obra, su tenacidad, su ser de esencias múltiples que habla, grita y expresan grandes emociones. “Hoy, Lolita, el viento te celebra, te llama y te pide poesía (…) Nos tienes festivos, contentos, hoy nos sentimos alegres de celebrarte, mujer que ha trazado caminos, persona franca de grandes emociones y de palabra fuerte. La muchacha de 98 años que sigue siendo la joven enamorada de la vida llena de alegría”.

En su oportunidad, Bernardo Ruiz, director de producción editorial de la Universidad Autónoma Metropolitana, trasladó el presente al pasado al compartir una anécdota que tituló: “Con Lola la noche de Café Tacuba”, en la recién inaugurada década de los noventa, en Aguascalientes, debido al 25 aniversario del premio de Poesía que obtuvo José Emilio Pacheco. Jornadas inolvidables, dijo: “Cuando uno comienza a leerla o a convivir con ella se sorprende de la belleza de esa alma lúcida siempre en flor, viendo a sí misma cuando escribe, lo cual estremece y es clave y razón de la fuerte seducción de su poesía”.

Rocío Castro, representante de la Universidad Autónoma de Aguascalientes y del Instituto Municipal Aguascalentense para Cultura, se refirió al aspecto editorial de la obra de la poeta, destacando dos elementos de la narradora: “uno, primordial que es su palabra; la creación, el eco que tiene, la voz tan fuerte y la vibración que logra trascender generaciones; esta parte que es per se la obra literaria desprovista de cualquier contexto, hace que un poeta viva por siempre en las librerías, en las ediciones. Pero hay otra parte importante, que es la integridad, la pulcritud, la congruencia con la que vive un poeta sus palabras. Es el caso de Dolores Castro”.

Dolores Castro ha sido profesora de literatura en la Universidad Autónoma de México, la Universidad Iberoamericana, la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, la Escuela de Escritores de la SOGEM y en las escuelas de Bellas Artes de Veracruz, de Cuernavaca y del Estado de México, entre otras instituciones. Fue fundadora de Radio UNAM y productora de programas radiofónicos. También condujo el programa Poetas de México en el Canal 11 con Alejandro Avilés.

Ha sido durante décadas maestra de muchas generaciones de poetas. Formó también parte del grupo Ocho Poetas Mexicanos, integrado por Alejandro Avilés, Roberto Cabral del Hoyo, Javier Peñalosa,​ Honorato Magaloni Duarte, Efrén Hernández, Octavio Novaro y Rosario Castellanos.

Entre sus principales poemarios pueden contarse El corazón transfigurado (1949), Dos nocturnos (1952), La tierra está sonando (1959), Cantares de vela (1960), Qué es lo vivido (1980), No es el amor el vuelo (1992), Tornasol (1997), Oleajes (2003), Algo le duele al aire (2011) y El corazón transfigurado (2013).

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