El rol de la familia al elegir carrera

Pueden ser ayuda u obstáculo

Validar sus decisiones, el papel que deben jugar los padres

Pueden ser ayuda u obstáculo
Validar sus decisiones, el papel que deben jugar los padres

A pesar de los miedos que como padre y madre se tengan, cuando llega el momento de que los hijos elijan una carrera no debemos olvidar que son personas libres, seres humanos que van a construir una vida única y singular y que la libertad personal tiene mucho que ver con la decisión de elegir su futuro, destacó el académico argentino David Mauricio Settembrino.

“Si queremos hijos o hijas que decidan por sí mismos, validemos sus elecciones personales, tenemos que aprender que no siempre vamos a estar en la vida de ellos; prefiero tener un hijo o hija que confíe en sí mismo, en sus propias elecciones, en lo que es importante para él o ella y no sólo vivir en función de lo que la sociedad me diga que está bien o el mercado laboral, así es como conseguirán una vida más valiosa y satisfactoria”, consideró.

Al ofrecer la charla “Ayuda u obstáculo. El rol de la familia en la decisión de carrera de las y los jóvenes”, acotó que es importante no poner todo sobre las espaldas de los padres, porque “no lo podemos todo, hay procesos de orientación que son buenos cuando hay dudas, así como habilitar espacios de reflexión”.

El acompañamiento que brinda la Universidad le parece loable. Hay que aproximar a los hijos y no tratar de resolverles absolutamente todo, “tenemos nuestros límites, vamos a darles nuestro cariño y continuaremos con miedo de cualquier forma, elijan lo que elijan, es natural. Hay que tratar de acercarlos a la vida que desean y que sea algo que valga la pena ser vivido por cada ser humano”, apuntó.

El orientador observó que por nuestra experiencia y años vemos a los chicos como desvalidos, con miedo a que fracasen, pero no se trata de decidir por ellos, sino de acercarles las mejores estrategias.

“Si conozco bien a mi hijo o hija y sé de su intencionalidad, lo que quiere generar sucederá de forma más fluida, pero si yo no termino de interpretar su intencionalidad, cómo le puedo decir lo que le conviene desde la inserción laboral o desde lo económico”, se preguntó.

En su opinión, a veces coinciden algunas habilidades de los hijos con deseos frustrados de los padres. Por eso es importante analizar si con mis actitudes no he coaccionado o manipulado a mi hijo o hija, porque así como podemos ser facilitadores también podemos ser obstáculos.

En el marco del ciclo de videoconferencias Escuela para padres, que trasmite la Dirección General de Orientación y Atención Educativa (DGOAE), Settembrino recordó que no hay una única forma de ser padre o madre, hijo o hija, o humano, ni definir el éxito en la vida, de qué se trata una vida exitosa, qué es vivir bien: “nadie puede dar una sola respuesta a estas preguntas, porque dependen de nuestra escala de valores, de cómo ordenamos lo importante para nosotros”, señaló.

Recordó que todos tenemos en común un cerebro, pero no la misma mente; “qué es lo importante para mí y cómo acercarme a lo que me importa en la vida es diferente en cada persona”, sostuvo para luego preguntar a los padres, cómo pensamos a los hijos, si como una extensión nuestra, de nuestros propios deseos, o los vemos como seres independientes que tienen que desarrollar una vida singular.

Debemos tener claro de qué lado nos gustaría apoyarlos, dijo, porque cuando pensamos la carrera u oficio para nuestros hijos o hijas, las premisas que se nos vienen a la mente son: que pueda vivir bien, que sea feliz, que sea autosuficiente, entonces regresamos a la reflexión de qué es la felicidad para cada uno, qué es vivir bien, qué es ser exitoso, cada chico puede tener sus propias ideas.

Hizo énfasis que los conceptos son polisémicos, cada uno los tomará e interpretará de formas diversas. Cuando decimos una vida exitosa las variables son infinitas porque para mí es un coctel con determinados porcentajes en lo económico, en lo emocional o relacional, etcétera. Cada quien lo armará con distintos aspectos de la vida, concluyó. 

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