El papel picado es una artesanía asociada con las festividades del Día de Muertos, una tradición mexicana que refleja el sincretismo cultural que data del siglo XVI y que año con año se transmite a las nuevas generaciones en busca de que sobreviva al paso del tiempo.
La elaboración de este singular papel es un proceso minucioso que refleja la rica herencia cultural del país. Para su fabricación, se utilizan hojas de papel china con colores vivos.
Con la ayuda de gubias, los artesanos elaboran diseños y patrones que representan calaveras, flores, velas y otros elementos típicos de las celebraciones. Cada recorte se realiza a mano y la precisión es fundamental para lograr el efecto deseado. Una vez que los recortes están listos, se cuelgan en filas para crear las guirnaldas que decoran altares y tumbas durante el Día de Muertos.
El papel picado es un testimonio de la creatividad y el profundo respeto por los seres queridos que han fallecido, además de que son parte integral de esta tradición reconocida como Patrimonio Intangible de la Humanidad por la Unesco.