museo de la luz

Una reacción en cadena en un tris

Sistemas se autoorganizan de manera espontánea

Una reacción en cadena en un tris
Sistemas se autoorganizan de manera espontánea

El Museo de la Luz festejó 24 años de vida con una conferencia de Alejandro Frank, Sistemas que se autoorganizan: criticalidad y vida, referida a los grandes sistemas interactivos que contienen millones de elementos (subsistemas) que interactúan a pequeña escala.

Esta teoría, surgida en los años ochenta del siglo pasado, sostiene que algunos sistemas formados por un gran número de constituyentes pueden evolucionar de manera espontánea hacia un estado crítico. Cuando eso ocurre, una pequeña perturbación puede provocar una reacción en cadena de proporciones gigantescas. La dinámica de los aludes es un ejemplo sencillo, pero puede darse también en los movimientos sísmicos y la economía, explicó Frank.

El investigador dijo que se ha descubierto que la física microscópica, la de los átomos y los núcleos, está hecha por una especie de escalones y que cada átomo y núcleo tienen su “código de barras” que permite observarlos, incluso en el espacio. “La física también se dedica a estudiar los elementos que forman un sistema por separado, es la famosa ciencia reduccionista”.

“La otra gran base de la ciencia moderna es la teoría de relatividad de Albert Einstein, quien descubrió cómo el espacio y el tiempo están ligados, lo que cambió completamente nuestra visión de lo macroscópico, y la relatividad general que describe al movimiento de los planetas y galaxias en un esquema geométrico”, indicó.

El cerebro humano, comentó, tiene una gran cantidad de neuronas que se disparan y se autoorganizan como los estorninos (pájaros), que se organizan aparentemente de forma autónoma y espontánea. “Hay evidencia de que el cerebro también está en ese estado crítico, cuando se comunican distintas partes del sistema”, explicó.

La criticalidad a nivel planetario, según la teoría de Gaia Lovelock de 1967, expone que la Tierra es un ser vivo que se autoorganiza y reacciona ante los cambios. Al principio, dijo Frank, “me pareció que era una aseveración metafórica, fue criticado y mal interpretado”.

El físico dijo que hace un par de años comenzó el análisis de la gráfica más importante que la ciencia estudia hoy: la de la temperatura promedio de la Tierra, que inició en 1880 y va de década en década hasta nuestros días.

Con gráficas mostró cómo el planeta ha aumentado su temperatura en 1 a 1.5 grados, lo que confirma el cambio climático. “Nos acercamos tal vez a una transición de fase, quizás estamos perdiendo el equilibrio, pero cómo saberlo, un grado es muy poco, pero este cambio es dramático e involucra una cantidad de energía brutal que provoca que los huracanes, las sequías, los incendios hayan aumentado, entonces podemos pensar que estas son las pulsaciones de la Tierra”.

Finalmente, dijo a los jóvenes que no se desanimen, que  “la ciencia nos va a sacar de esta pandemia, no será por otros medios; la ciencia es una labor universal”. 

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