El mono infinito

literatura y bots

Experimento de Martha Riva Palacio con el apoyo de ADA-L

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Experimento de Martha Riva Palacio con el apoyo de ADA-L

Hoy la vida está rodeada de programas informáticos. Nuestros estudios, trabajo, diversión, compras y comunicación dependen en gran medida de aplicaciones cibernéticas. Esto se expresa también en la literatura con libros como El mono infinito, publicado por Libros UNAM, el cual fue hecho “a cuatro manos”: las de la escritora y artista sonora Martha Riva Palacio y las de una bot bautizada como ADA-L.

Esta obra, novedosa tanto en su génesis como en su forma y contenido, es la nueva integrante de la colección de literatura juvenil Hilo de Aracne, con la que la Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial de la Universidad había abordado temáticas de aventura, ciencia ficción, fantasía y suspenso, y ahora se abre a una exploración sobre nuevas posibilidades de escritura que se valen de la tecnología y la inteligencia artificial.

El título del libro se desprende del llamado teorema del mono infinito, según el cual si un primate pulsara de manera aleatoria las letras de un teclado durante un tiempo infinito, llegaría a escribir cualquier texto, incluidas las grandes obras de la literatura universal. Martha Riva Palacio quiso experimentar con dicha idea en esta “travesura editorial”.

Para ello creó una bot en homenaje a quien se considera sentó las bases de la programación y los algoritmos informáticos, Ada Byron, condesa de Lovelace, matemática británica del siglo XIX, y llevó a cabo un trabajo de literatura intermedial en el que creó textos a partir de los vínculos entre escrituras, sonidos e imágenes; es la generación de una poética entre el lenguaje humano y el de los bots. Incluye un ensayo sonoro compuesto por tres piezas que se pueden escuchar por medio de códigos QR.

Los textos fueron complementados con magníficas ilustraciones de la artista visual Gala Navarro, para quien El mono infinito es algo más que poesía o ensayo científico, “es una máquina de vuelo en forma de caballo”, esto en alusión al artefacto para volar con el que soñaba de niña Ada Lovelace.

Y a ti, ¿te interesaría leer un libro escrito con la ayuda de un bot? 

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