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Ponencia magistral “Diseño y construcción de una boya oceanográfica”

Se necesita desarrollar más equipo tecnológico para tener más estudios

Ponencia magistral “Diseño y construcción de una boya oceanográfica”
Se necesita desarrollar más equipo tecnológico para tener más estudios

El 70 por ciento de la superficie del planeta está cubierta por agua y México tiene la fortuna de estar rodeado por dos océanos, sin embargo, pese a que su territorio marino es dos veces más grande que el terrestre, tenemos poco desarrollo de equipos tecnológicos para su estudio, afirmó el doctor David Alberto Salas de León, investigador del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología.

Durante la ponencia magistral “Diseño y construcción de una boya oceanográfica”, el especialista aseveró que, a pesar de la inmensidad del océano y variedad de recursos, conocemos muy poco de él.

“Otros investigadores, como Jacques Cousteau, nos enseñaron que el mar es biología, pues cumple con muchas funciones, como regular la temperatura del planeta”, dijo.

En ese sentido, comentó que al determinar el clima a largo plazo se pueden regular los ciclos de la agricultura a través de la evaporación y las lluvias: “esto permite diversificar nuestra alimentación, así como fomentar el crecimiento económico, además de atraer el turismo y aportar sustancias para crear medicinas, además de muchos otros productos que se han ido agotando por su sobreexplotación”.

Para el ponente, quien es doctor en Oceanología por la Universidad de Lieja en Bélgica, los diferentes procesos hidrodinámicos y termodinámicos que acontecen en los océanos determinan la distribución y la abundancia de los organismos marinos.

Asimismo, explicó el rol del mar en diversos desastres naturales, como los huracanes, tornados y tsunamis.

“Nuestro país se encuentra en una zona de agua caliente la cual, con el cambio climático, se está calentando cada vez más, por lo que se presentan fenómenos como El Niño, que impide que el calor se distribuya provocando severos cambios”, aseveró.

Por lo anterior, consideró necesario estudiar el mar: “académicos del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM colocaron una boya en el Pacífico, en las cercanías de la isla Socorro, ubicada a 740 kilómetros de México, pues es una zona de paso de huracanes”.

Este instrumento, afirmó David Alberto Salas, permite detectar diversos parámetros en una franja territorial que barca desde la frontera sur de Estados Unidos hasta Costa Rica, donde no existe un sistema de registro de datos oceanográficos, por lo que dicha boya cubrió las necesidades científicas de nuestro país. 

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