Frente a los diversos retos que debió enfrentar el Colegio de Ciencias y Humanidades durante su trayectoria de cinco décadas, cumplidas el pasado 26 de enero, numerosas han sido también las oportunidades para superarlos y así continuar en la formación de más de un millón de jóvenes, “que la sociedad nos ha confiado para hacer de ellos grandes profesionistas y ciudadanos ejemplares. Las y los estudiantes han sido la principal riqueza del Colegio y en sus manifestaciones de afecto y de orgullo cecehachero hemos encontrado motivos suficientes para cumplir con gusto nuestras tareas”.
Así lo consideró Benjamín Barajas Sánchez, director general del CCH, ante funcionarios universitarios durante la ceremonia solemne y en línea del H. Consejo Técnico para conmemorar los 50 años de dicha institución. Una labor, recalcó, que ha sido desarrollada por su comunidad, en particular de los fundadores, a quienes expresó su gratitud: “La escuela, por la que ustedes lucharon a lo largo de muchos años, se mantiene en pie”. Y también agradeció a los trabajadores administrativos, “quienes han sido parte de esta familia cecehachera; a los cuerpos directivos del pasado y del presente; y a las autoridades universitarias por su invaluable apoyo”.
En su oportunidad, el secretario general de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas, puntualizó que el CCH es una gran innovación pedagógica e institucional que surgió gracias a la visión del entonces rector, Pablo González Casanova, a la Comisión de Nuevos Métodos de Enseñanza, que coordinaba don Henrique González Casanova, y a un equipo multidisciplinario conformado por los coordinadores de investigación científica y directores de las llamadas “facultades madre” del CCH, así como la Escuela Nacional Preparatoria.
Y enfatizó que, en su desarrollo de medio siglo, el CCH ha evolucionado. “Es una institución académica que fue, sin lugar a duda, pionera en muchas de las buenas prácticas docentes que hoy debieran de guiar la reorientación de los esfuerzos educativos, que en todo el mundo nos está imponiendo la emergencia sanitaria (…) un Modelo Educativo que ha demostrado su pertinencia y que hoy más que nunca impone su vigencia”.
En la voz de su comunidad
José de Jesús Moncayo, maestro decano del Consejo Técnico, puntualizó algunos momentos clave en la trayectoria del CCH, mismos que permitieron “elevar la calidad de su enseñanza”. Como lo fue en 1996, cuando se dio paso a la Revisión del Plan y Programas de Estudio; la creación del Consejo Técnico, en 1992, o la obtención del rango de Escuela Nacional en 1997.
La profesora Susana Huerta hizo énfasis en el trabajo que ha caracterizado a sus profesores, entre ellos la labor que por veinte años ha hecho el seminario Tlamatinime, en el cual participa y desde donde contribuye, junto a un grupo de docentes, a que la alimentación sea mejor entre los profesores y alumnos, sobre todo ante la emergencia sanitaria que hoy se vive.
En tanto, Arcelia Lara Covarrubias, premio Universidad Nacional, recordó su inicio como maestra del CCH cuando se gestaba el cambio en los Plan y Programas de Estudio. “Este hecho marcó de manera fundamental el estilo pedagógico; no porque se renunciara a lo que inicialmente se había planteado como la filosofía cecehachera; por el contrario, ésta seguía más vigente que nunca”.
Un momento emotivo
Por su parte, José de Jesús Bazán Levy, profesor emérito del CCH, hizo referencia a la creación de la institución, aquella que sólo existía en el papel, pero que poco a poco fue hecha realidad gracias al trabajo colegiado de profesores.
A sus 50 años, el CCH “atraviesa una etapa oscura que ha impuesto una forma de docencia en línea, pero también está ofreciendo una experiencia de la actualidad siempre nueva del Modelo Educativo”, por lo que “estamos en 2021 convocados a un periodo fundacional (…) que recae en las profesoras y profesores que enseñan hoy. Cada vez que un profesor inicia su sesión a distancia, está inaugurando el Colegio”. Finalmente, Bazán, cuyas palabras se entrecortaron varias veces por la emoción, llamó a enraizar formas renovadas de trabajo colegiado. “El tiempo es siempre nuevo y se abre a posibilidades de introducir, a las rebeldías ante la historia, nuevas modalidades del mismo proyecto educativo interminable del Colegio: educar más y mejor a un mayor número de mexicanos”.
Mientras tanto, Cristopher García, alumno consejero universitario, destacó las circunstancias que vive el estudiantado, mismas que se convierten en experiencias inolvidables. La ceremonia concluyó con un homenaje a los integrantes del Colegio que han fallecido durante la pandemia.