Emocionada, comprometida, con ánimo de hacer más cosas, es como se siente la profesora María del Rosario López Mendoza, quien fue seleccionada para obtener el Reconocimiento Sor Juana Inés de la Cruz 2022, lo que la hace sentir orgullosa de pertenecer al Colegio que, reconoció, tiene una historia apasionante y gracias a su Modelo Educativo ha logrado autonomía en el aprendizaje, “saber reconocer el apoyo de los demás, pero formarse por cuenta propia”.
El Colegio, impulsado por don Pablo González Casanova, se ha consolidado como un espacio formativo en el que se articulan una serie de disciplinas para mantener un proyecto que se sigue construyendo, producto de las experiencia y vivencias, de la autocrítica para aportar novedades, no eclécticas; de observar lo que sí funciona y agregar lo que se necesita, agregó.
Para la maestra, quien imparte Biología en el plantel Oriente desde hace 28 años y también da clases en la FES Zaragoza, donde cursó su carrera y el posgrado, en estos momentos de tanto aprendizaje a nivel mundial es de reconocer que el Colegio ofrezca un espacio de comunicación con los jóvenes, “esa maquinaria administrativa que nos ha apoyado, no la tenemos en cualquier lugar y eso habla muy bien del CCH”, confió la docente.
Por lo que se refiere a la educación, consideró que los profesores deben tener claro que la docencia implica formación constante, no sólo actualización, involucrarse en aspectos como el psicodidáctico, el pedagógico, ahora el tecnológico, sabemos que en los estándares internacionales no andamos bien los docentes del nivel bachillerato y de ahí en adelante visualizamos deficiencias”.
En su opinión, los alumnos tienen concepciones muy antiguas de la evolución biológica, así que no sólo hay que preocuparse por la matrícula, porque se puede presentar un programa de estudios brillante, pero quien finalmente lo ejecuta y lleva a cabo es el alumno y el profesor, entonces, “tenemos necesidad de cambiar nuestras concepciones y tener una formación multidisciplinaria”.
Enseñar a los alumnos a argumentar es fundamental, “es tiempo de redes, de descalificar, de decir algo sin sentido”, de ahí la urgencia de mostrar cómo hacer búsquedas, identificar cuál si es y cuál no, una buena fuente de información; vivimos asustados por un virus y de repente no sabemos qué es un virus, hacer esa alfabetización científica también ha sido una preocupación del Colegio”, consideró.
Luego habló también de la importancia de involucrarse con los alumnos, con su devenir, con sus intereses y recordó que hace un tiempo le llamó la atención un chico que se integraba muy poco, “antes de la pandemia, era muy apático para trabajar, tenía parientes en la selva del sureste y en su celular fotos de la flora y fauna nativa del lugar, le propuse que nos compartiera esas imágenes y una cara preciosa se iluminó y empezó a trabajar, ya quería exponer y compartir sus imágenes, eran organismos con los que convivió y nos explicó qué usos le daban en la región”.
Acerca del movimiento feminista, expresó que, por supuesto, se necesitan cambios, “las mujeres vamos cambiando nuestro rol, tendría que ser más acelerado de lo que es, los cambios no son suficientes, todos sabemos de la desigualdad entre hombres y mujeres, hay cifras y datos, el movimiento tiene que fortalecerse y tener un sentido positivo, puede ser que a nadie nos guste ver un espacio destruido, pero sabemos que detrás hay mucho enojo”.
“Es un estado de desigualdad el que las mujeres hemos vivido y siguen viviendo históricamente, fuera del espacio académico es más agresivo e insultante, sabemos que no es justo, esto genera un panorama en el que debemos cambiar la cultura de todos”, aseguró, sin embargo, acotó, la Universidad está haciendo cosas maravillosas, “el Colegio ya abarca una asignatura con visión de género, creo que debe permear a al Plan de estudios, y esté o no en los programas, los docentes también debemos generar ese enfoque”, enfatizó.
Por todo eso, explicó, “ganar este galardón entre tantas compañeras con mucha trayectoria y ser elegida, se agradece muchísimo”, expresó la maestra, quien siempre tuvo la docencia en mente y antes de llegar al Colegio hizo sus pininos en escuelas particulares, “incursioné en la Escuela Nacional Preparatoria, donde tuve una buena acogida entre administrativos y académicos, quienes me comentaron que estaban contratando maestros en el Colegio y aquí sigo”, concluyó.
