género fantástico

Adictos a la fascinación

El potencial pedagógico del terror y la ficción

Adictos a la fascinación
El potencial pedagógico del terror y la ficción

Lectores ávidos del género fantástico, con gusto por encontrase con seres mitológicos del principio de la humanidad o del apogeo de la Edad Media; adictos a los mitos y el sobresalto del terror, se reunieron de manera virtual para participar en la charla “Del Señor de los Anillos a Yorch y el Dragón”, que formó parte del Primer encuentro de la comunidad de coordinadores de lectura del Fondo de Lectura Económica (FCE).

La sesión contó con los comentarios del escritor, historietista y diseñador gráfico Bernardo Fernández, mejor conocido como “Bef”; de Medardo Maza, escritor de textos fantásticos, y de Josafat González, fundador del club de lectura Instrumento de los Cuervos, del plantel Vallejo del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH).

Y fue precisamente él quien inició la disertación, hablando del potencial pedagógico que tiene la ciencia ficción, sobre todo la fantasía, a la que consideró una de las mejores formas de acercar a niños y adultos a otro tipo de historias de carácter más universal, pues, en su opinión, “hay muchas obras que nos permiten reflejarnos en ellas y hablar de cuestiones morales y sociales”.

“Por lo regular pensamos que la fantasía es un género suave o de color de rosa, pero también hay fantasía oscura y mitos de terror, como por ejemplo Frankenstein (1818)”, de la escritora inglesa Mary Shelley, que se enmarca en la tradición de la novela gótica y aborda temas como la moral científica, la creación y destrucción de vida, y el atrevimiento de la humanidad en su relación con Dios, detalló el joven, actual estudiante de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.

“Bef” y Maza abordaron luego el tema de los dragones en la literatura fantástica, particularmente en el libro Yorch y el Dragón, de J.R.R Tolkien, publicado en la colección Vientos de Pueblo, del FCE. Tolkien, apuntaron, fue un escritor, poeta, filólogo, lingüista y profesor universitario británico, conocido por novelas clásicas de fantasía heroica como El hobbit, El Silmarillion y El Señor de los Anillos.

“Bef” recordó que en el ensayo Los cuentos de hadas, Tolkien explica que “la fantasía surge cuando el ser humano crea el adjetivo en el lenguaje, cuando se da cuenta de que éste se puede desplazar de lugar, y fue en esa capacidad de lenguaje que se encontró la semilla de la fantasía”.

También mencionaron que “los dragones están hechos de las sustancias de los sueños, al igual que los dinosaurios”, por los que ha habido una fascinación hacia ellos a lo largo del tiempo.

En el encuentro también participaron Abril Escárcega Pérez, del Círculo de Lectura los Castores, de Ciudad Madera, Chihuahua; Jorge Alfonso Mirón Alucín, del Centro de Actualización del Magisterio de Veracruz, y Beatriz Regalado, del Club Ciudadano los Gemelos Preciosos, entre otros.

Por otra parte, en el marco de los cursos interanuales para profesores del plantel Naucalpan, se abrieron dos propuestas cuyo objetivo fue conocer un poco más sobre autoras y autores que han hecho del tratamiento de lo sobrenatural (también llamado insólito, weird fiction, extraño, etc.) uno de sus temas principales, y sobre el cual han producido relatos tan impactantes que se han ganado la aprobación del público lector.

Tal es el caso de Autoras fantásticas latinoamericanas I y Trauma y monstruos en la literatura fantástica mexicana reciente.  

En el primero, los docentes Guillermo Flores Serrano y Elvia Lucero Escamilla Morales expusieron las características de la obra de escritoras, sobre todo argentinas, como Ana María Shua, Mariana Enríquez y Samanta Shweblin, aunque también se discutieron cuentos de las mexicanas Amparo Dávila y Elena Garro; en el segundo curso, los textos seleccionados fueron de Guadalupe Nettel, Bernardo Esquinca, Emiliano Monge y Valeria Luiselli.

En esta oportunidad, los participantes extendieron la noción de lo fantástico a la teoría freudiana sobre “lo siniestro”, esto es, la perduración en el tiempo de sucesos traumáticos no superados y que tienden a ocultarse.

Tal es el caso del cuento Bezoar, de Guadalupe Nettel, o Demonia, de Bernardo Esquinca. 

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