Jorge Emmanuel Badillo Ortiz

Una discapacidad no es un límite, sostiene Jorge Emmanuel Badillo, alumno del Colegio

Una discapacidad no es un límite, sostiene Jorge Emmanuel Badillo, alumno del Colegio

“He vivido muchas experiencias aquí. De las principales, adquirir conocimientos, pero no aquellos que se quedan como una simple charla del profesor o como apuntes en los cuadernos, sino que se llevan a la práctica. También la de ser partícipe de una comunidad colaborativa, unida, desde lo escolar como social, del diálogo y la comunicación, pero sobre todo de tener otra perspectiva de la realidad, gracias a la libertad que existe”.

Así se expresa Jorge Emmanuel Badillo Ortiz, primer universitario en una familia de politécnicos, quien actualmente cursa el sexto semestre en el plantel Azcapotzalco con el objetivo de convertirse en abogado para luchar por la justicia social.

En entrevista, recuerda que muchos criticaron su elección por el CCH, pero con el apoyo incondicional de su familia, dedicación y esfuerzo, hoy es un cecehachero destacado.

Badillo Ortiz nació con retinopatía del prematuro y, a causa de una caída, tuvo desprendimiento de retina en ambos ojos, lo que lo llevó al quirófano. Se trata de una enfermedad degenerativa e irreversible. No obstante, esta condición no lo ha detenido en conseguir sus metas personales y académicas, y en ellas el CCH ha jugado un papel fundamental.

“El Colegio es una microsociedad con muchas ideologías, que te da oportunidades, te apoya. Aquí encontré una forma diferente de aprender. Por mi condición visual, siempre me dije que no me quedaría atrás, pues una discapacidad no es un límite y siempre busco estar al parejo con mis compañeros”, señala.

El estudiante reconoce que, en estos años de bachillerato, ha encontrado la forma de potencializar virtudes y construir una personalidad sensata, de cómo aplicar los conocimientos y de entender que todo puede ser debatible. “Me gusta el diálogo, pienso que es la mejor forma para atender las problemáticas. Aquí he podido mejorar esa cualidad y me ha servido en mis clases y con las personas que me rodean. Me he convertido en una persona con más claridad para comprender la realidad”.

En esta trayectoria, muchos maestros han influido en él. “No quisiera decir sus nombres por temor a olvidar a alguno, pues todos han sido importantes, no sólo aquellos que me dieron clase, sino también de la administración de la escuela, quienes me han orientado en varios momentos. Para muchos de ellos signifiqué un reto en cómo enseñarme y al final se convirtieron en amigos, y me han acompañado en momentos relevantes”.

Aunque ya en secundaria había empezado con la idea de realizar actividades sociales dirigidas a los jóvenes, el bachillerato lo impulsó más en esta idea, específicamente en exponer, a través de charlas, algunas problemáticas sociales que viven los adolescentes, con el objetivo de orientarlos, una labor que lo llevó a obtener dos menciones honoríficas en el Reconocimiento a la Convivencia Universitaria y en la Presea Bernardo Quintana Arrioja, en la categoría de valor. 

“Todo esto surgió a partir de la comunicación con mis compañeros, de saber qué piensan, cuáles son sus ideologías, incluso de lo que dicen los profesores. Considero que el cambio social empieza con uno mismo. Entonces, si queremos lograrlo debemos orientar, motivar e incluso guiar a las personas. Busco romper estereotipos y prejuicios. La convivencia es el impulso en ese cambio que busca la sociedad”, subraya.   

“Más allá de una discapacidad o de un bastón con el que muchos me ven, pienso en que nada es imposible. Si tú te lo propones puedes superar esos obstáculos, puedes aspirar a ser una buena persona y eso nos motiva a hacer algo productivo. Me siento satisfecho por lo que he hecho, aunque aún falta mucho. Desde niño siempre he estado bajo la idea de hacer y no quedarme atrás, ser dedicado; quizá existe una desventaja física, pero trabajo porque así no sea. La vida es una oportunidad”.

A unos meses de egresar, y con un promedio de 9.63, Jorge Emmanuel afirma que el CCH superó sus expectativas. “Lo recomiendo, aunque el Modelo Educativo no es para todos, es para quien realmente se va a dedicar a estudiar y busque el crecimiento personal, no se arrepentirá, pues es la mejor escuela”.

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