Aquí, el cuerpo humano es el protagonista y la fantasía el medio para darle vida. El antebrazo, la pierna, el oído, el dedo índice o el torso se expresan. Son Historias corporales, el título del más reciente libro de Alejandro Demian Marín, el cual presentó este martes en el Tercer Festival Cultural de Otoño del CCH.
“Traemos a los jóvenes más oportunidades de tener una cultura amplia, de conocer más del mundo a partir de la literatura. Buscamos que los jóvenes se acerquen a las artes y encuentren en la literatura un gozo, pero también una herramienta de aprendizaje de su vida cotidiana”, señaló el cuentista a propósito del Festival.
Su obra, que consta de seis cuentos, surgió después de verse gratamente sorprendido por el cuento del ruso Nikolái Gógol, La nariz.
“El reto fue hacer que una parte del cuerpo fuera un personaje; para eso utilicé la fantasía”, compartió el autor ante un numeroso público cecehachero en el plantel Vallejo, quien obtuvo el Premio Bellas Artes de Cuento, San Luis Potosí, Amparo Dávila 2024, por esta obra.
Además de una gran investigación, detalló, sobre diferentes culturas y las tradiciones literarias de diversas partes del mundo.
El autor, quien por primera vez presentó su obra en el plantel Vallejo, se dirigió a los jóvenes y les recomendó leer mucho y con ello tener los elementos necesarios para saber hacia dónde caminar sus intereses personales o profesionales. “Es como un círculo virtuoso, la lectura te da más ideas y esas ideas te dan más lecturas”.
Finalmente, recordó lo dicho por el escritor norteamericano Ernest Hemingway sobre el cuento, su género favorito, que lo compara con un iceberg; “lo que uno lee es sólo la punta de un gran iceberg, cuando el lector lee el cuento le toca encontrar su significado”.