“El conocimiento es lo más precioso que una persona pueda tener, y en su apropiación juega un papel importante el profesor, por lo que sería difícil escoger pocas palabras para agradecerle. Éste debería ser infinito, porque es una parte fundamental en la vida del individuo como de la vida social”. Así lo destaca Isaac Medina Rodríguez, estudiante del plantel Oriente.
En el marco del Día del Maestro, el estudiante de cuarto semestre reconoce la función esencial de quienes han elegido compartir sus saberes. “Siempre he considerado que los maestros son una pieza clave en la formación de las personas y de la sociedad, ya que mediante ellos nos preparamos, ejercemos una profesión, comprendemos temas de interés social y llegamos a interesarnos por el conocimiento, el cual nos brindará posibilidades laborales para ser miembros útiles a la sociedad”.
En su trayectoria en el CCH, varios han sido los mentores que lo han impulsado a analizar la realidad de manera crítica, a descubrir los alcances y las aplicaciones en la cotidianidad de la materia que imparten, y que más tarde llevará a la práctica. Entre ellos están Fernando Velázquez, de Taller de Lectura, Redacción e Iniciación a la Investigación Documental; Sergio Ortiz, de Matemáticas, y Enrique Valdés, de Francés.
Redacción, explica, “es una rama fundamental de la comunicación humana; las matemáticas, que siempre me han apasionado, son una herramienta esencial en la vida de las personas, pues las usamos de manera cotidiana a pesar de no llegar a darnos cuenta, y el idioma francés abre muchas puertas en los ámbitos internacionales, como la obtención de becas, o en la proyección de una carrera a futuro”.
Medina, quien tiene planeado formarse como médico, reconoció que, ante la emergencia sanitaria que llevó a continuar las clases en línea, sus profesores se apropiaron muy bien de los aspectos tecnológicos. “A pesar de algunas diferencias en edad, todos se han adaptado; han sabido utilizar las herramientas que brinda la Universidad. Además, se han adaptado tan bien, que ninguna de las clases ha sido improvisada, todos llevan un fundamento, un orden y una secuencia dentro del programa de estudios que tenemos que seguir”.
El alumno contrasta la modalidad presencial con la virtual: “En las clases presenciales nos dedicábamos únicamente al material que se tenía en las manos, y a pesar de que es más interactiva y permite la participación de los compañeros, en las aulas virtuales tenemos muchas herramientas de trabajo, desde consultar videos, imágenes, textos y otros recursos que fácilmente podemos revisar.
