Medalla de oro en la Olimpiada Universitaria del Conocimiento, por un ensayo sobre literatura y tecnología, Grecia Medina Robledo no se la creía, “pero me sentí bastante contenta, porque el trabajo que había hecho valió la pena; me sentí orgullosa de haberlo logrado, fue una bonita recompensa ver que ese esfuerzo de estudiar en la serie de exámenes y realizar el ensayo se vio reflejado con este primer lugar”.
Sobre su llegada al Colegio, la destacada estudiante del plantel Oriente, quien considera estudiar Derecho o Negocios Internacionales, señala que, aunque tuvo un tío que estudió en CCH, falleció antes de terminarlo, y nadie en su familia la animó a cursarlo; fue en la secundaria donde varios de sus amigos le aconsejaron hacer el examen para entrar a la UNAM, entonces investigó “y el Modelo del CCH fue el que se adecuó más a lo que yo quería aprender. Oriente fue mi primera opción”.
“Cuando entré al Colegio me sentí bien rara. En la secundaria había muchas reglas, yo era una persona muy seria, como cerrada e inhibida; no hablaba con los demás, al llegar al CCH pensé: si no hablo, no voy a lograr nada aquí, poco a poquito intenté hablar más y hacer amigos, me perdí la primera vez que llegué, no encontraba mi salón de Química”, recuerda.
Y es justo eso lo que más le agrada del Colegio, que la ayudó a abrirse, a conocer nuevas cosas, gente con personalidades diversas, “ahorita ya hablo hasta por los codos, me gusta aprender, la forma cómo dan las clases, que no únicamente te dictan, sino que participas, el intercambio de información con los profesores, te dan lecturas, pero puedes preguntar y se arma el debate. Me abrió mucho el panorama, me ha hecho más curiosa y eso me ha ayudado mucho a saber qué me gusta, qué mejoro; más autónoma”, reconoce.
La adaptación en el confinamiento no fue muy complicada, quizá porque no era una persona que saliera mucho, sin embargo, las clases en línea sí le han costado trabajo porque tiene una dificultad más que nada emocional, “porque estás acostumbrada a ir a la escuela y ver a tus amigos, participar, ir a dar la vuelta y se sintió extraño, triste, pero después de un tiempo empieza uno a agarrar la onda y a entender que es por la situación”.
A Grecia le gusta leer de todo, especialmente, la novela de suspenso; John Katzenbach, quien escribió El psicoanalista, podría ser mi favorito; Joël Dicker, Cassandra Clare, ella escribe como de fantasía; otro pasatiempo es ver la Fórmula Uno, porque aprendí a manejar a los 14 años. “Los carros, las carreras y manejar se han vuelto muy importantes últimamente para mí”, agrega la entrevistada.
A la joven también se le preguntó su opinión sobre la educación en el país, tema en el que considera que falta avanzar, ir más allá que sólo memorizar cosas.
En el caso del CCH, especialmente en su plantel que este año cumple medio siglo, espera que siga albergando a más gente como ella, que crezca y avance con cada generación que entra, que continué evolucionando en la educación, que siga siendo esta gran fuente de formación y de recuersos para todos los cecehacheros”.
Finalmente, sobre su país, opina que los mayores problemas siguen siendo la corrupción y la violencia de género, sobre este último, dice: “Ya era tiempo de que se alzara la voz, de que se luchara; ya podemos votar, ahora tenemos que luchar por una igualdad de sueldo, por tratar de subir al mismo puesto sin tener que pasar por acoso o insinuaciones”, apunta.
