“Sin duda su estilo tan particular de escribir nos atrapa, una de las características del CCH es fomentar la pasión por la lectura, es un semillero de lectores, que nos forma esta adicción para el resto de nuestra vida profesional”, expresó Silvia Velasco, secretaria general del Colegio de Ciencias y Humanidades al darle la bienvenida a Juan Villoro en el marco del Día Nacional del Libro, al presentar su obra Examen extraordinario.
El reconocido autor se congratuló de estar con el público cecehachero y recordó que antes de ingresar a la preparatoria descubrió “este maravilloso vicio, encontrar que la realidad mejora cuando se expande en las páginas de un libro. Un amigo me regalo la novela De perfil de José Agustín que tenía muchas similitudes con mi vida y me raptó para la literatura”.
El multipremiado escritor recomendó a los chicos interesados en la literatura, no solo leer sino escribir, “no se preocupen, en este oficio todos somos principiantes, no hay escritor consumado, en una nueva obra, se vuelve a empezar porque no puede repetir. La aventura literaria hace que en cada cuento o novela, busques algo diferente, no hay antecedentes, todos nos ponemos en tela de juicio”.
Los invitó a lanzarse, a ser fieles a su voz, “en el mundo hay muchas voces en las grandes bibliotecas, pero no está la voz de ustedes, que es única e irrepetible, con sus vivencias, hay que tener atrevimiento y cierto descaro para ejercer esa voz, porque a veces te da vergüenza lo que se te ocurre porque son situaciones trágicas, dolorosas, algo que viviste o pudiste haber vivido, la literatura está hecha de eso, de revelaciones”.
Hannia García, alumna del plantel Oriente, le preguntó el porqué del título. “Quería que tuviera resonancia con los lectores jóvenes y todos los que hemos pasado por uno de esos momentos dramáticos, los mexicanos somos especialistas en rebautizar la realidad para que no parezca tan dramática, un examen extraordinario es la última oportunidad de pasar una materia, pero no suena tan mal decir me fui a extraordinario”.
Reunir cuentos, consideró, es someterlos a examen extraordinario, “Paco Ignacio Taibo II me pidió que hiciera una antología de mis cuentos incompletos, entonces me pareció que ya habían sido puestos a examen, era llevarlos a otro, que es el extraordinario porque los estoy sometiendo a nuevos lectores”, indicó.
El catedrático compartió varias etapas de su vida, sus inicios como escritor a los quince años, en talleres literarios junto a grandes maestros como Miguel Donoso y Augusto Monterroso, su gusto por el rock, su experiencia en el periodismo: “Buscar la verdad y tratar de ser objetivo es una lección moral y ética muy importante, además realizar reportajes es un adiestramiento formidable para después plantearte temas que te pueden servir”.
