Juan Hernández Pérez

Juan Hernández Pérez, egresado

La perspectiva crítica de la realidad, uno de sus distintivos, señala

Juan Hernández Pérez, egresado
La perspectiva crítica de la realidad, uno de sus distintivos, señala

“El Colegio nutrió mi identidad como buen ciudadano, universitario, alguien que entiende la ética, los valores y el aspecto crítico; cuando entré a laborar como académico sentí que había respondido a todo lo que me había dado el CCH. Fue una etapa muy valiosa de formación que me marcó. Ahí decidí interesarme por las ciencias sociales”. Estas son las palabras de Juan Luis Hernández Pérez, egresado del plantel Sur y hoy integrante del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM.

El doctor en Ciencia Política señala en entrevista que, en su estancia en el Colegio, posterior a la huelga de 1999, encontró una pedagogía más abierta en un ambiente académico totalmente plural: “La mayoría de los profesores, muy interesados y comprometidos con los jóvenes. Me inculcaron la perspectiva crítica de la realidad, un distintivo de la institución”.

Un espacio de formación académica que se distinguía por propiciar el diálogo y el respeto con el fin de intercambiar ideas, proponer actividades culturales, y eso permitía a los alumnos apuntalar su formación. “Recuerdo mucho los aspectos culturales, como la celebración del Día de Muertos, un ambiente de entusiasmo, que alegraba y permitía entre los alumnos y profesores que se hermanaran más. Recuerdo que presentaban tapetes recordando a escritores famosos y personajes de la historia, también había una reminiscencia del movimiento estudiantil de 1968 que provocaba curiosidad entre los jóvenes”.

 

Inteligencia social

El CCH, explica el también Premio Nacional de Economía Agrícola Ernest Feder 2018, “es vanguardista en la idea de aprender a aprender y también en la digitalización, que ahora con la pandemia se ha generalizado; este binomio permite una mejor formación entre la juventud, donde uno no debe ser más que el otro, sino un equilibrio”.

Y en ese sentido, continúa: “Está bien que exista internet, pues nos facilita muchas cosas, pero necesitamos inteligencia social que sirva para transformar a la sociedad, para contrarrestar las desigualdades, entre ellas, las de género, las económicas, el deterioro medio ambiental; para eso se necesita no solamente aprender de manera lineal sino también con el sistema del Colegio, que tiene vigencia, un sistema educativo público, laico, inclusivo, un espacio donde los sectores de jóvenes más rezagados tienen  la oportunidad de ascenso social. Es decir, que sea una palanca para el ascenso social y también cultural, una perspectiva que no se nos olvida”. 

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