El amor para Platón depende de las virtudes y plantea que sólo se puede amar a un ser humano que posee belleza en su alma. En la pareja, a veces la relación puede deberse al placer o a un encuentro pasajero sexual, pero eso no es amor.
El significado de calidad de vida tiene que ver con el amor, pues es el gran forjador de la vida bella. En la filosofía de Platón, para amar es necesario alcanzar la sabiduría del alma, la cual es la virtud que envuelve a todas las otras virtudes y se acrecienta con autoconocimiento.
El ser amoroso es alguien que aspira a conseguir la belleza, pero se trata de la belleza espiritual, pues si no se cultiva el alma, se corre el riesgo de estar expuesto a las contingencias del deseo pasional, de lo impulsos ciegos y de lo irracional.
Para controlar, es decir, para sublimar el impulso, el alma tiene que buscar la sabiduría y construir en su interior un refugio de paz y de armonía. Solo que la armonía se consigue a través del cuerpo, que es el templo del alma, y el cuerpo ha de amarse a través del cuidado de la dieta que tiene que ser nutritiva y libre de toxinas.
Existe un problema actual que consiste en no tener suficiente cuidado de la salud, muchas personas no piensan que el cuerpo es el templo del alma y toman a su cuerpo solo como un receptáculo de cualquier “alimento” que muchas veces es comida industrializada.
El individuo no reflexiona que las sustancias que poseen los alimentos van al intestino creando una microbiota que sube al cerebro y produce químicos; si ésta es de productos industrializados, inflama el cerebro, afecta el pensar con claridad, altera el sistema nervioso y lleva a la depresión y a otra serie de enfermedades. No hay suficiente educación en las escuelas de los productos que se deben consumir para que los órganos del cuerpo funcionen saludablemente.
Calidad de vida con cuerpo cuidado
Entonces, un cuerpo sano hace que el alma despierte. Y desde esta visión, considero que la escuela debería tener este tema como prioritario, al menos en el área humanista y, principalmente, en filosofía.
Se debe educar no sólo a la mente, pero también es necesario que el cuerpo se implique en las actividades escolares, pues desde lo corpóreo se obtiene conocimiento. Sería importante que se interpreten obras de teatro, explicando teorías como lo hizo Sartre, que expresan sus sentimientos que acompañan a la filosofía.
Sólo cuando el cuerpo es cuidado, se puede hablar de calidad de vida. En un cuerpo saludable puede tener cabida la vida buena, que significa que el alma posee un templo y se despliegan sus alas, al punto que emprende el vuelo de amor.
El cuerpo y el alma pueden engendrar amor y el ser humano se vuelve así fecundo. La fecundidad -dice Martha Nussbaum- tiene como símbolo a Dionisio, dios del renacimiento; por eso revivimos cuando amamos a alguien y el amor nos conduce a construir la belleza y la verdad. De ahí, que no se concibe la vida buena sin amor.
Para vivir bien es preciso reflexionar filosóficamente, buscar el autoconocimiento. Cuando el cuerpo tiene salud, vibra en una dimensión que serena la mente y se puede pensar con claridad, pero también libera los sentimientos y el alma se siente animada para expresar el gran poder que se encuentra en el amor. Este tipo de amor lleva al individuo a buscar conocimiento y sabiduría, y por eso se puede entender que el amor nos lleva a la vida buena.
El amor también nos da inspiración y nos conduce a producir obras bellas para beneficio de los demás. Esto puede parecer idealismo o utopía, sin embargo, si pensamos que nuestras sociedades carecen de armonía y sus razones, es posible que la causa sea que la mayoría de las personas se encuentran bajos de energía y su cuerpo no posee ánimo.