“La violencia se ejerce desde el género. Los mandatos de roles, el machismo y el lenguaje sexista deben ser erradicados desde la familiar”, aseveró Marcela Valdés Morales, integrante de la Dirección General de Orientación y Atención Educativa (DGOAE), de la UNAM.
Al impartir la conferencia en línea “Educar a nuestros hijos e hijas en la prevención de la violencia y la equidad de género”, la especialista presentó varias encuestas sobre cómo perciben y afecta este fenómeno el desarrollo biopsicosocial de las mujeres.
En el caso del bachillerato universitario, Escuela Nacional Preparatoria y Colegio de Ciencias y Humanidades, se aplicó una encuesta a las jóvenes con preguntas como: ¿Me provocan celos con otra persona?, ¿me presiona para que le cuente todo y no le guarde secretos?, ¿me ha presionado para tener relaciones sexuales sin protección y sin consentimiento? y ¿me ha jaloneado para lastimarme?, en las que se observó el grado de violencia en la pareja, así como la situación de riesgo por la que atraviesan las adolescentes.
En su mensaje a los chicos y padres de familia, indicó que la violencia de género surge en el patriarcado para dominar. “Es un acto de abuso de poder con la intención de someter y agredir de manera verbal, física, económica y sexual a las mujeres”.
La violencia se aprende en casa y en la sociedad, no es algo biológico y por ello se puede erradicar de ese entorno, propuso en su momento.
Para ello, se debe de evitar educar a los hijos e hijas con violencia de género, es decir, que respondan a roles y prototipos determinados por sus características biológicas; mandatos de género, determinados por la familia, religión, escuela o medios de comunicación y lenguaje sexista, con el que se domina, excluye y subordina.
Para resolver el problema, dijo, “debemos de educar en la coeducación, para fomentar la igualdad de género y otorgar las mismas oportunidades a las mujeres y hombres, ya que promueve valores, otorga autonomía, impulsa la libertad, sensibilidad, creatividad y respeto a las diferencias, que es de lo más importante”.
“En la familia se deben favorecer los vínculos afectivos, de comunicación y respeto. Los padres son quienes pueden generar espacios de armonía y confianza, para que se dé una comunicación efectiva, donde los chicos pueden expresar sentimientos, preocupaciones e ideas para ser mejores”, concluyó la especialista.