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Serenidad, clave para estudiar a distancia

La comodidad y una buena iluminación son dos factores para que los alumnos aprendan sin contratiempos

Serenidad, clave para estudiar a distancia
La comodidad y una buena iluminación son dos factores para que los alumnos aprendan sin contratiempos

Las clases a distancia no sólo han representado un desafío para muchos profesores, sino también para los alumnos, quienes han tenido que cambiar sus hábitos de estudio, modificar sus horarios e incluso compartir recursos tecnológicos, es decir, adecuarse a sus propios ambientes familiares. Han logrado adaptarse a través de la creación nuevos espacios para aprender, muchas veces improvisados, pero cuyas características merecen la mayor atención, con el fin de que se obtengan buenos resultados académicos.

Se trata, señalan especialistas, de destinar un lugar adecuado para estudiar o tomar clases, aspecto que quizás no tomó relevancia en su momento por la inmediatez de los acontecimientos. En este sentido, la Universidad Nacional Autónoma de México, a través de la Coordinación de Universidad Abierta Innovación Educativa y Educación a Distancia (CUAIEED), destacó algunos aspectos a considerar en esta nueva modalidad educativa.

Entre ellos, refiere, la creación de mejores entornos, a fin de que los estudiantes no se desanimen en estas circunstancias y los distractores sean lo menos posibles, lo que obliga a reconvertir el hogar en un espacio adecuado para el aprendizaje.

Para ello, subrayan, es importante que los espacios sean serenos, ordenados y con las menores distracciones posibles. Para ello deben elegir un lugar para el trabajo escolar, desde una habitación especial o bien un escritorio o simplemente un asiento particular en la mesa del comedor.

“Los espacios del hogar pasan a tener un valor que antes no habíamos pensado. Un valor diferente. Si el lugar de estudio es creativo, agradable y cuidado, ya de por sí está creando bienestar y eficiencia. Y si estás bien, el aprendizaje se produce, debido a que estás más receptivo”, apunta Teresa Bardera, de la Universidad de Girona, España.

 

Evita la cama

En ese sentido, para adecuar su espacio de estudio pueden usar lo que tengan al alcance, “de preferencia, elegir un sitio iluminado y con ventilación, manteniendo cerca los materiales que se requerirán para las clases en línea o las tareas”, menciona Danae Soriano Valtierra, de la FES Iztacala, especialista que también aconseja evitar las camas y sofás, ya que invitan a adormecerse, y puede ser que el trabajo no se pueda concluir.

Respecto a la iluminación, la luz natural es lo más apropiado para la visión, así que situarse cerca de una ventana o un balcón sería lo ideal. Y si se ha de estudiar con luz artificial, que sea cálida; los colores claros y neutros de las paredes ayudan más a la concentración, explica Bárbara Julbe en el diario catalán La Vanguardia.

La zona de trabajo incluirá una mesa o escritorio, que deberá llegar a la altura de la cintura, de tal manera que al sentarse puedan apoyar los codos sobre la mesa sin necesidad de agachar los hombros. Y contar en la medida de lo posible con “una silla ergonómica con una altura adecuada para la estatura del estudiante, que le permita mantener una separación adecuada entre silla y mesa, pies asentados totalmente sobre el piso y rodillas a 90 grados”, se indica en el cartel UNAMirada a la ciencia.

Y finalmente, destaca, sería ideal que contaran con buena conectividad a internet y un dispositivo digital adecuado (de preferencia computadora o tablet), sin olvidar tener una “mentalidad virtual”, como lo subraya Soriano Valtierra.

Para aprender en línea y aprovecharlo al máximo, concluye la misma especialista, es necesario dedicar una cantidad significativa de tiempo y esto seguramente superará el que antes se le dedicaba a la escuela.

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