En 2003, el Seminario Central de Tutores del Colegio de Ciencias y Humanidades subrayó la necesidad de crear una actividad para reforzar el aprovechamiento escolar y la acreditación de las y los alumnos en los cursos ordinarios.

Dicha petición se planteó a la Junta de Directores y, por disposición de este órgano colegiado, se impulsó la puesta en práctica de las Reuniones Colegiadas, que fue el nombre que recibieron originalmente las Jornadas de Balance Académico (JBA).

En un principio, se pretendía que los docentes examinaran a detalle el desempeño escolar de los estudiantes, propusieran actividades específicas de apoyo para que los alumnos más avanzados auxiliaran a los más rezagados en la comprensión de los temas; así como fomentar el intercambio, experiencias y puntos de vista sobre la situación de los jóvenes en riesgo de reprobación.

Así, el 7 de noviembre de 2003 se llevaron a cabo las primeras sesiones colegiadas en los cinco planteles del CCH, con una participación de 700 profesores, quienes colaboraron con los docentes inscritos en el Programa Institucional de Tutores y los funcionarios académicos de los centros educativos.

Durante las jornadas de trabajo, los docentes compartieron diferentes elementos de los diagnósticos relacionados con los problemas que afectaban el desarrollo de los alumnos en los ámbitos académico, social, familiar o emocional, y se plantearon propuestas y alternativas para su solución.

Asimismo, se valoraron los datos estadísticos del ingreso, egreso y el desempeño de las generaciones en cada ciclo lectivo. También se reconocieron las asignaturas con alto índice de reprobación.

Las Jornadas de Balance Académico (JBA) cumplieron 20 años de existencia en el semestre 2024-1. Actualmente se impulsan desde la Dirección General del CCH, las direcciones de los planteles, la Secretaría Estudiantil y el Programa Institucional de Tutoría.

Las Jornadas de Balance Académico procuran evitar el rezago escolar, a través de los programas institucionales de Tutoría, Asesoría o al Departamento de Psicopedagogía, dependiendo de cada caso. Asimismo, recaban información que se registra en la plataforma del Programa de Seguimiento Integral (PSI), que es muy útil para hacer el seguimiento individualizado a la trayectoria escolar de las y los estudiantes.

Las Jornadas de Balance Académico han probado, a lo largo de los años, su pertinencia y eficacia, por eso deberán fortalecerse para que cumplan a cabalidad con sus propósitos.

Dr. Benjamín Barajas Sánchez
DIRECTOR GENERAL DEL COLEGIO DE CIENCIAS Y HUMANIDADES