El Colegio de Ciencias y Humanidades, a través de la Secretaría de Planeación (Seplan), ha impulsado la investigación educativa para medir el desempeño del alumnado, considerando su paso por la secundaria, sus hábitos de estudio, el entorno familiar y social, la situación económica, el nivel de preparación de los padres, entre otros elementos que son fundamentales para comprender el grado de avance de los jóvenes en el bachillerato del CCH.

Asimismo, las y los estudiantes se enfrentan a diversos desafíos en el Colegio debido, entre otras cuestiones, a un Modelo Educativo que promueve el ejercicio de la libertad con responsabilidad y como un medio para regular los procesos de aprendizaje, la asunción de valores y compromisos, no sólo con la propia formación académica, sino con el entorno escolar y social, a los cuales se debe contribuir de manera solidaria y con perspectiva ética.

La gran mayoría de los alumnos que ingresa al Colegio no ha vivido la experiencia de la reprobación, tampoco se ha enfrentado, en términos generales, a las exigencias de un bachillerato universitario que impone un determinado rigor académico, como base para construir nuevos conocimientos y, del mismo modo, el contexto escolar de la nueva escuela, sumado al periodo de adolescencia de los jóvenes, ofrece muchas alternativas para “captar” su atención e introducirlos a otras experiencias que pueden obligarlos a posponer su proyecto académico.

En este contexto, la pérdida de la regularidad está vinculada a la reprobación no sólo de una sino de varias asignaturas, lo cual puede llevar al alumnado al desánimo y a una sensación de fracaso escolar. Esta experiencia se ha repetido a lo largo
de las 49 generaciones que han pasado por el CCH, pero, a pesar de los tropiezos, también es verdad que nuestros jóvenes han sido resilientes y la gran mayoría ha concluido su bachillerato.

De ahí la importancia de la investigación sobre la Prevención de la reprobación escolar en el CCH desde la perspectiva estudiantil y docente, pues nos da a conocer el punto de vista del profesorado y los estudiantes sobre este fenómeno escolar que, si bien puede ser un obstáculo, también representa una oportunidad de aprendizaje, de reflexión y enmienda, respecto a los errores cometidos y las posibilidades de superarlos.

Normalmente las y los alumnos que reprueban en el Colegio suelen remontar los obstáculos y continuar con sus estudios dentro y fuera de él, de modo que la apuesta es por prevenir la caída, pero sin olvidar los medios necesarios para levantarse y continuar, pues, a fin de cuentas, el conjunto de experiencias del currículum formal y oculto favorecen el desarrollo de una carrera académica.

Para concluir, felicitamos a las y los autores de esta investigación y recomendamos su lectura a quienes estén interesados en este importante tema.

Dr. Benjamín Barajas Sánchez
DIRECTOR GENERAL DEL COLEGIO DE CIENCIAS Y HUMANIDADES