pagina 57b

Analizan su producción y consumo

Este alimento tradicional tiene un lugar especial en la dinámica de comercios

Analizan su producción y consumo
Este alimento tradicional tiene un lugar especial en la dinámica de comercios

El tradicional pan de muerto es una de las especialidades de la panadería mexicana más esperadas del año, cuya producción tiene un lugar especial en la economía del país, señaló Thomas Torreblanca Marín, licenciado en Economía por la UNAM, en la conferencia “Economía del pan de muerto”, en el Siladin Auditorio 1, del plantel Sur.

El especialista señaló que “pensar en los ingredientes del pan, y de cualquier producto, implica reflexionar sobre una serie casi infinita de trabajos de producción”.

En ese sentido, el análisis económico no se queda sólo en la parte numérica, sino en todo lo que está detrás y, en particular, en la importancia del trabajo humano: “el trabajo humano es lo que le da sentido y le da valor a las mercancías que comemos diariamente”, apuntó.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (InegiI), existen 60 mil panaderías, de las cuales 97 por ciento son micro y pequeñas empresas familiares que durante octubre y noviembre aumentan sus ventas hasta 40 por ciento.

“Somos adictos al pan de muerto, pues según una encuesta de Grupo Expansión, el 89 por ciento de los mexicanos lo come en estas fechas”, resaltó Torreblanca.

Asimismo, señaló que, de acuerdo con los datos de Grupo Expansión, el 80 por ciento de los consumidores prefiere comprar en panaderías locales, el 67 por ciento en supermercados, el 20 por ciento en tiendas de conveniencia y sólo el 1 por ciento por e-comerce.

Por último, indicó que, en 2023, el 55 por ciento de los mexicanos se cuestionaron sobre la posibilidad de seguir consumiendo pan de muerto, de los cuales 45 por ciento lo hacía por conciencia nutricional, el 36 por ciento por nuevos hábitos, 27 por ciento cambió en preferencias dietéticas y el 22 por ciento por la inflación.

“Es cierto que los hábitos de consumo están en constante cambio, pero eso no necesariamente implica que se va a acabar el consumo de pan de muerto. Por el contrario, si esta conciencia nutricional está modificando el patrón de consumo, la industria se adaptará. Si ahora los consumidores prefieren pan bajo en azúcar, pues harán pan más bajo en azúcar”, finalizó. 

Compartir: