Si bien el mundo es sólo uno para todos los seres humanos, en general, la vida de las mujeres es muy diferente a la de los hombres debido a pautas de socialización relacionadas con el género. De acuerdo con ONU-Mujeres (2017) respecto al medio ambiente, hoy día, las mujeres cumplen funciones claramente definidas: en la ordenación de la fauna y la flora de los bosques, las tierras áridas, los humedales y la agricultura; en la recolección de agua, combustible y forraje para uso doméstico.
En ese sentido, es importante analizar el rol que las mujeres han desempeñado históricamente, como las principales reproductoras de los patrones de conducta de sus familias y de sus comunidades, ya sean rurales o urbanas, y cómo este rol se ha constituido y relacionado con el ambiente.
De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (2017), las mujeres aportan su tiempo, energía, aptitudes y visión personal al desarrollo de las familias y las comunidades, lo cual las convierte en una fuente invaluable de conocimientos y destrezas en lo que respecta a la gestión del medio ambiente y las medidas ambientales de salvaguarda.
La participación y organización social de las mujeres en la conservación del medio ambiente está directamente asociada a la educación, especialmente de las niñas y adolescentes, que las prepara para el ejercicio de sus derechos y de la ciudadanía plena, en tanto el grado de su participación sea más equitativo en los niveles de decisión y se dé un reparto igualitario de las responsabilidades familiares y domésticas, sus derechos serán mayores.
De tal forma que las mujeres puedan ser partícipes del diseño de nuevas formas de integración a la sociedad con algo tan sencillo como ser las transmisoras de conocimiento y de patrones de conducta en algo que es vital: conservar y preservar los recursos para que el grueso de la población alcance estándares de calidad de vida.
Para ello, en el contexto escolar del Colegio de Ciencias y Humanidades es necesario pensar en escenarios de aprendizaje interdisciplinarios, en los cuales las materias de ciencias, como Biología o Química, y ciencias sociales, como Antropología, Historia y Ciencias Políticas y Sociales, aborden la relación entre género, ambiente y sustentabilidad, puesto que tanto las mujeres como los hombres son portadores de conocimientos y prácticas respecto al manejo de los recursos naturales, las cuales resultan la base sobre la cual se promueve la sustentabilidad, es decir, la preservación de los recursos naturales para las generaciones futuras.
Desde el punto de vista sociológico, el ecofeminismo social aporta una reflexión importante, de cara al aumento de los impactos ambientales y su relación con la desigualdad social y de género, esto con el fin de construir una nueva relación entre hombres y mujeres y una relación más armónica con la naturaleza, alejada de la dominación que hace el capitalismo y más cerca de la colaboración que garantice una mejor calidad de vida para todas y todos.
En este sentido, desde el enfoque de la sociología, el ecofeminismo apunta a la formación de una sociedad, que construya nuevas relaciones entre los géneros resaltando el papel de las mujeres y, a su vez, una relación diferente con la naturaleza, dejando de lado la dominación que hace el capitalismo y garantizando una buena calidad de vida, para todos y todas.
Así, desde el ecofeminismo se considera que los problemas medioambientales son intrínsecos al patriarcado y al capitalismo, que justifica la explotación de la naturaleza mediante la técnica para facilitar el progreso, entendido principalmente como crecimiento económico.
Al mismo tiempo pone énfasis en la necesidad de luchar y transformar desde el feminismo y el ecologismo simultáneamente, donde la relación mujeres-medio ambiente toma formas diferentes dependiendo la clase social y la etnia, así como las dimensiones de la destrucción ambiental, las cuales afectan en mayor medida a quienes tienen menos recursos económicos.
Considero importante recuperar este enfoque en el marco de la educación que imparte nuestro Colegio, a través de puntos de vista interdisciplinarios, que permitan a los estudiantes tener un panorama amplio acerca de la conservación del medio ambiente desde el punto de vista del movimiento feminista.
