Enrique Dussel es considerado como uno de los intelectuales más importantes de nuestro tiempo, figura clave de la filosofía y teología de la liberación en América Latina.
Nació en La Paz, Mendoza, Argentina, el 24 de diciembre de 1934 y llegó a nuestro país en calidad de exiliado en 1975. Algunos años después sería naturalizado mexicano.
Es reconocido mundialmente por sus trabajos realizados en el campo de la ética, la filosofía política y la filosofía latinoamericana, sus vastos conocimientos han quedado plasmados en más de 50 libros y más de 400 artículos.
Lamentablemente, Enrique Dussel falleció el pasado 5 de noviembre de 2023; por tal motivo, el día de hoy queremos ocupar este espacio para hablar brevemente, quizá tan solo bosquejar algunos elementos conceptuales sobre la filosofía de la liberación, obra insignia de este gran pensador.
La filosofía de la liberación es un diálogo crítico y reflexivo con los ideales filosóficos propuestos por la modernidad: el cogito ergo sum del cartesianismo inaugura la emancipación del ser humano a través del uso de la razón.
En este momento la humanidad cree fielmente que la racionalidad le permitirá progresar no sólo en términos del desarrollo del conocimiento, sino también de libertad y responsabilidad moral; sin embargo, Enrique Dussel observa que los ideales de la modernidad se convirtieron en un ejercicio violento de dominación y subordinación del Otro a partir de la conquista de América.
Dichos sucesos marcaron la construcción universal de una visión del mundo y la humanidad desde el eurocentrismo.
El eurocentrismo coloca a Europa en el centro del desarrollo histórico de la humanidad, es decir, supone una visión lineal de la historia como esquema ideológico básico del relato histórico negando, de esta manera, la existencia de la Otredad de la totalidad construida, siendo el Otro el negado, el explotado, el excluido.
Dussel considera que la modernidad colocó a Europa como el “centro”, mientras que todo lo demás (América, Asia y África) es la “periferia”, es la otra cultura en un sentido de desprecio y dominación que representan la barbarie, el no-ser, lo inculto.
Recuperar la Otredad es concepto de vital importancia para la filosofía de la liberación. Se trata de reconocer al Otro, de ponerse en su lugar, de escucharlo, de generar un diálogo cara a cara que posibilite el encuentro de dos concepción del mundo, la cultura y la vida.
Este diálogo, este encuentro, este acercamiento, es a lo que Enrique Dussel llama la “proximidad”, la cual tiene la intención de reconocer al Otro no como un extraño, sino más bien como un “yo” como un ser libre y sensible igual a mí.
La modernidad ha hecho del ser humano una cosa más entre las cosas, lo han convertido en un objeto más entre los objetos del mundo y es así como aparece la injusticia, la dominación y la explotación.
Por ello, la irrupción del Otro como algo inesperado, como aquel desconocido que nos dice: “¡Una ayuda por favor!”, o “¡tengo hambre!”, restablece la proximidad, el cara a cara y nos convoca a la responsabilidad humana del reconocimiento del Otro en su libertad y derechos.
La filosofía de la liberación ha sido pensada no sólo como un movimiento teórico-conceptual, sino también como un espacio donde la praxis política puede ser gestada e implementada, dado que busca la liberación latinoamericana mediante la superación de la racionalidad moderna y su praxis de dominación, promueve la deconstrucción y desestructuración de la historia al realizar una crítica profunda del capitalismo, colonialismo, imperialismo, globalización, racismo y sexismo, y para ello ha propuesto su método de la analéctica y su proyecto de trans-modernidad.
La analéctica es el método por el cual debe ser pensada la alteridad, desde el cual debe ser concebido el Otro, el que ha sido oprimido y excluido, con la intención de que la existencia -el ser- no sea pensada desde la mismidad (el ser es el ser) sino desde una concepción analógica donde el ser puede ser el otro.
El proyecto de trans-modernidad busca que la liberación no sólo se lleve a cabo en Latinoamérica, sino en todo el mundo. No se trata de negar la racionalidad moderna, sino más bien que ésta se realice junto a la alteridad, junto a otras formas de comprender el mundo, la cultura y la vida humana.
En definitiva, hay mucho todavía por decir sobre la filosofía de la liberación.
Este escrito también tiene la intención de reconocer a Enrique Dussel como el gran pensador latinoamericano que se atrevió a cuestionar los pilares de la filosofía occidental y a proponer otras formas de comprender el mundo, con la intención de construir espacios de justicia, igualdad y dignidad para todos aquellos que han quedado excluidos y olvidados.
*Profesora del plantel Oriente.
