Profesores de matemáticas compartieron las experiencias que enfrentaron durante el confinamiento, así como los retos y soluciones ante las problemáticas que se vivieron en el marco de la segunda Jornada Académica de Matemáticas, del plantel Sur
Durante el conversatorio “Retos postpandemia en la enseñanza-aprendizaje de la matemática y el cómputo”, el docente Ángel Homero Flores afirmó que, por lo general, los profesores “reaccionamos, contestamos a algo que nos llega. Con la pandemia tuvimos que improvisar y eso nos dio una ventana para ver todas las fallas que teníamos; para que los estudiantes aprendan, hay que ser reflexivos”.
“Cuestionemos lo que tenemos, busquemos soluciones conjuntas y abordémoslas de manera interdisciplinaria, creo que aquí hemos dado claves para obtener soluciones”, añadió.
Por su parte, la maestra de Estadística, Guadalupe Carrasco, señaló que lo ocurrido durante la pandemia le pasó al mundo entero y todos improvisamos. Consideró que una parte de la docencia quedó muy cuestionada cuando se empezó a trabajar en línea, pero que el resultado no es pesimista en cuanto a lo obtenido.
Actualmente, agregó, “creo que el punto más afectado durante la pandemia fue la socialización y es preocupante porque es un aspecto relevante dentro del aula, porque el aprendizaje requiere de habilidades e interacción entre los alumnos, con los profesores, estas habilidades se van construyendo dentro del conocimiento colectivo e individual, este problema se logró remontar y quienes no lo lograron, abandonaron”.
Al tomar la palabra, Oscar Valderrama, de Cálculo Diferencial, consideró que uno de los fracasos que se tuvieron fue tratar de llevar un aula presencial al formato en línea, para vaciar contenido y no sabían si el alumno estaba durmiendo o si se conectaba. “Si no le damos un giro a toda la tecnología que hay, nos va a rebasar y creo que no se trata de eso, sino de revisar toda esa información para lograr cosas que son importantes”.
Juventino Ávila, profesor de Cibernética y Computación, afirmó que durante el confinamiento todos aprendieron sobre la marcha y a golpes, “¿cómo empezar a trasmitir este tipo de conocimientos a nuestros estudiantes? Sobre todo cuando estábamos acostumbrados al formato presencial y en medio de la incertidumbre sobre la salud”.
Tuvimos el problema de lo que se conoce como brecha digital, donde hay personas que carecen de recursos básicos y también cuando no sabíamos si los jóvenes estaban del otro lado.
“Otra problemática que se detectó fue la falta de convivencia. Debemos mejorar los mecanismos de colaboración docente, qué dinámicas podemos llevar a cabo para mantener la atención de los estudiantes, pues si bien durante la pandemia aprendieron a utilizar varias herramientas tecnológicas, también es cierto que estaban atentos a dos o tres actividades a la vez”, agregó.
En su participación, Martha Hortensia Estrada, de Matemáticas, del plantel Naucalpan, señaló que los retos que enfrentó la gran mayoría de los docentes durante la pandemia fueron de tecnología e infraestructura, “ahora los estudiantes todo lo quieren hacer a través del celular y ese es un reto que estamos enfrentando en Taller de Cómputo; otro reto es que durante dos años se creó mucho material y es importante rescatarlo para mejorar nuestro trabajo académico, pero no hacerlo de forma individual, sino colegiada”.
La práctica docente, dijo, tiene que estar en reconstrucción, para mantener atentos a los estudiantes se necesitan 10 o 20 minutos y luego cambiarles la actividad para que trabajen y no se distraigan; no saben colaborar en equipo y tienen miedo de hablar.
Otro de los retos que tienen en el Taller de Cómputo es que la información que busquen sea verídica y la utilicen para un verdadero aprendizaje y en su bienestar propio, indicó.
