Durante el Sexto Encuentro de Tutorías del plantel Azcapotzalco, Mayra Monsalvo Carmona, secretaria General del Colegio, presentó la conferencia magistral “La tutoría en el CCH”, donde expuso los retos que enfrenta la institución para contribuir a la formación estudiantil.
La funcionaria hizo un rápido recorrido histórico sobre cómo surgió la tutoría en el Colegio, las transformaciones, adaptaciones y avances para formalizar esta labor hasta nuestros días.
En ese sentido, enfatizó que desde los inicios del CCH el profesor ha ejercido funciones de tutor dentro de sus clases, “sin ser algo estrictamente formal. Los docentes brindan información general, responden inquietudes de los jóvenes o canalizan a quienes requieren de cierta atención especial; en síntesis, el profesor cecehachero nunca ha estado ajeno a las necesidades de sus estudiantes, es la esencia que los ha caracterizado”.
No obstante, destacó que en 1997 se formalizó la labor del tutor y en 2001 se creó el Programa Institucional de Tutorías (PIT), a cargo de la Secretaría Estudiantil de la DGCCH, así como el Seminario Central de Tutores.
“En 2010 surgió el Programa de Seguimiento Integral (PSI) como un apoyo al tutor para mantener actualizada la información académica de los alumnos y establecer los mecanismos adecuados de atención”, resaltó.
Aunado a esto, resaltó el trabajo realizado durante la pandemia, ya que el papel del tutor fue fundamental para la atención de los jóvenes y el contacto con los demás profesores de los grupos.
En el marco institucional, recalcó, el ejercicio tutorial se encuentra como programas prioritarios dentro de los planes de trabajo tanto de la Rectoría como de la Dirección General del CCH, como fortalecimiento del bachillerato universitario; y el fortalecimiento al aprovechamiento escolar, calidad del aprendizaje y mejoramiento del egreso, respectivamente.
Mencionó aspectos de la tutoría: “puede ser grupal, individual y virtual, así como inductiva, preventiva y remedial. El PIT está diseñado para que el alumnado pueda superar de manera preventiva dificultades académicas; sin embargo, también actúa de manera remedial ofreciendo alternativas para la recuperación escolar”.
Por último, invitó a los presentes a “mantenernos unidos y acompañados, a no perder de vista el objetivo de la tutoría para el beneficio de nuestros estudiantes, a practicar la flexibilidad, la empatía, solidaridad y trabajo colaborativo. A imaginar qué debemos desaprender para aprender en estos tiempos y construir juntos el arte de la tutoría”.